Desde finales de mayo, Meta utiliza los datos personales de quienes usan WhatsApp, Instagram y Facebook para desarrollar su inteligencia artificial. Así lo han señalado varias organizaciones de consumidores europeas, que han alertado a las autoridades competentes, tanto en sus países como a nivel comunitario europeo. En la práctica, esto significa que todos los datos disponibles en las cuentas de los usuarios, tales como publicaciones, imágenes o comentarios, así como interacciones con el servicio de IA, se utilizarán para este fin, a menos que los usuarios hayan decidido optar expresamente por no participar antes de esta fecha.

La noticia es grave y las grandes multinacionales tecnológicas se permiten afirmar y sostener que «no necesitan recabar el consentimiento expreso de cada usuario porque tienen un interés legítimo», dice Meta.

Las organizaciones consumeristas, sin embargo, consideran que esta práctica puede infringir lo dispuesto en la normativa de protección de datos, en la de prácticas comerciales desleales y en la de mercados digitales. Así se lo han transmitido por escrito a Meta, exigiendo que cese estas prácticas, e igualmente han puesto los hechos en conocimiento de las autoridades con competencia en la materia. En países como Alemania también se han tomado medidas adicionales presentando requerimientos judiciales ante el Tribunal Superior de Justicia en relación con el supuesto «interés legítimo» de Meta en utilizar los datos personales de los usuarios para entrenar su modelo de IA.

Así las cosas, a Meta se le presenta un panorama incierto pues, si además de las organizaciones de consumidores empiezan a llover demandas de particulares, el monto de las indemnizaciones superaría con creces las “posibles” sanciones administrativas.