XANDRA ROMERO
SALUD

Cuatro frases de las que huir en Navidad

Ya huele a Navidad! Y con ella llegan las prisas, los agobios y el estrés… y ¡no! No solo hablo de compras, sino también del estrés que supone para muchas personas tener que acudir durante varias semanas consecutivas a cenas, comidas, etcétera. Como resulta habitual, es tiempo de empezar a escuchar las típicas frases de aquellos que se ponen a “dieta” las semanas antes de tales eventos para luego ponerse como el Kiko.

Pero este artículo no pretende convenceos de no hacerlo, más bien tiene la intención de facilitar la réplica (basada en evidencias científicas) para conseguir huir de las típicas frases pro-dietéticas navideñas que suelen escucharse de los labios de madres-padres, suegros, tíos, primos, vecina del quinto y demás “profesionales” de la salud que te rodean.

Atento que aquí vienen:

• Al típico que te diga «Estoy a dieta antes de Navidad, ya sabes, para compensar los excesos». Dile que lo único que conseguirá es aumentar no una, sino quizá dos cifras en su báscula. Al reducir drásticamente la ingesta calórica, el cuerpo se adapta a la nueva situación poniendo en marcha una serie de mecanismos para gastar menos calorías (mecanismo de supervivencia). De hecho, esta es la razón por la que se produce el conocido “efecto rebote”, ya que todo exceso calórico posterior se almacenará de forma más fácil como grasa.

• Al que te diga que consumas productos light… dile que en la Unión Europea un alimento se puede etiquetar como light si la reducción de su contenido es de, como mínimo, el 30% en comparación con otro producto similar. Así, un producto light puede seguir conteniendo una considerable proporción de azúcar o grasa.

• Al que te diga que se está cuidando con barritas sustitutivas de comida, contéstale que cuidarse, lo que es cuidarse, seguro que no, ya que son un producto sin interés nutricional por su elevada cantidad en harina o almidones, que nos proporcionan principalmente hidratos de carbono refinados (esos que hay que reducir). Además, si se adelgaza a base de barritas, no es por ellas mismas, sino porque la persona solo come 800 calorías al día, lo cual nos lleva a la primera frase.

• A los que te increpen por comer pasta, arroz y pan antes de Navidad porque ellos lo están evitando, diles que es cierto que al recortar carbohidratos, los primeros días pierdes glucógeno (forma en la que se almacena los carbohidratos en nuestro músculo) y agua. Cada gramo de glucógeno retiene de tres a cuatro gramos de agua, por lo que si se pierden 250 g de glucógeno, perderás 750 g de agua, dando un total de un kilo sin hacer prácticamente nada. Eso sí, si lo que quieres es perder agua, va genial, pero la grasa se queda. Luego, claro, esta situación no se puede mantener a largo plazo (viene la Navidad) y su deseo por comidas ricas en carbohidratos o incluso dulces aumenta en comparación con las personas que siguen una dieta completa. Y además, cuando vuelven a introducir los carbohidratos, recuperan parte del peso perdido o más, ya sabes, el “efecto rebote”.

Así que si realmente quieres minimizar los excesos navideños, primero adquiere hábitos saludables, disfruta de la Navidad sin ponerte tibio y cuando pase, sigue con esa rutina. Y así, año tras año.