Pablo L. Orosa
EL CAMBIO SIN CAMBIO

Singapur, la transición ordenada

Los domingos, al caer el sol, la calle Orchard bulle entre pantallas gigantes, perfumes caros y coches de alta gama. Es el reino del consumo. Cincelado con mano de hierro por Lee Kuan Yew, Singapur se ha transformado en cincuenta años en uno de los países más desarrollados del mundo con un PIB per cápita de 85.198 dólares. Pero muchas libertades han sido sacrificadas en nombre del progreso. Hoy, una nueva generación reclama sus derechos, pero sin poner en riesgo el legado del «autócrata bueno».