ROBERT FISK
IRITZIA

Los colaboradores policiales del ISIS

Se trata de la historia de cómo la Policía, debido a la ignorancia y el racismo, provocó que el ISIS le mandara mensajes burlones a un joven que probablemente hace más por prevenir el “terror” en las calles de Bruselas que nadie más. Montasser al De’emeh es un académico palestino, escritor y ciudadano belga que además es especialista en una materia en la que los policías se creen expertos: la “radicalización” o “la proliferación interna” de los “terroristas” del Estado Islámico.

De’emeh dirige un centro cuya misión es captar “radicales” y tratar de alejarlos de su obsesión por el culto al ISIS. Una labor importante en Bélgica, que ha enviado a 350 combatientes a Siria, proporcionalmente más que cualquier otro Estado europeo. También es coautor de un libro muy aclamado sobre el Estado Islámico titulado “La caravana de la yihad: un viaje a las raíces del odio”. De’emeh es bien conocido en Bélgica. Ha sido grabado por equipos de televisión en sus viajes por Bruselas; además ha sido entrevistado por “The Washington Post” y medios belgas.

Recientemente, el experto conducía hacia su hogar después de hablar ante parlamentarios flamencos cuando fue detenido por la Policía. No hubo problema. De’emeh es el tipo de persona del que tenemos que cuidarnos en estos días peligrosos de matanzas del ISIS. Al menos eso pensarían los agentes.

Según De’emeh, iba en dirección a su hogar en Molenbeek (el mismo barrio de Bruselas que ahora se considera “semillero” del “terror del ISIS”), cuando le detuvieron en un puesto de vigilancia policial. Él lo consideró normal, ya que los ataques de París habían ocurrido semanas atrás y Bélgica estaba en “estado de emergencia”.

«Los policías me pidieron mis papeles», me relata De’emeh. «Se los di sin problemas. Me preguntaron cuántos idiomas hablo. Les dije que holandés, francés, inglés y árabe. Uno de ellos me dijo: ‘Aquí en Bélgica no nos gusta que se hable en árabe’. No fueron amables. Preguntaron qué había en mi coche y encontraron ejemplares de mi libro ‘La caravana de la yihad’. Un policía me dijo: ‘Aquí en Bélgica no le permitimos tener este libro en su coche. Aquí no tenemos yihad’. Me hicieron salir del vehículo y poner las manos sobre el techo. Me pidieron la clave de mi teléfono y no se la di. Abrieron mi teléfono, le sacaron la tarjeta de memoria, escribieron algunos números y me la devolvieron. Luego revisaron todos mis papeles y los arrojaron de nuevo al interior del coche. Algunos cayeron en el pavimento», continúa.

De’emeh, ya indignado, reclamó a los policías. «Les dije que acababa de dar un discurso ante el Parlamento sobre la radicalización. Que estoy al frente de un centro que se encarga de liberar a la gente del ISIS. Durante dos años lo he estado haciendo. Trato de desradicalizar a esta gente. Pero el ISIS quiere que sucedan cosas así. Quiere que la Policía amenace a los musulmanes y se comporte así. Socavan nuestra labor y ayudan al ISIS».

La Policía Local trató de excusarse por este incidente. «Vimos que unas personas habían filmado puestos policiales y militares desde su automóvil». Presumiblemente se trató del equipo de televisión que ha documentado el trabajo de De’emeh. También acusaron al experto de haber «incitado a transeúntes contra la Policía», lo cual viola la ley en Bélgica.

Pero lo peor estaba por venir. De’emeh comenzó a recibir mensajes del ISIS. «Se reían de mí. Me escribieron que ahora yo iba a ver lo que pasa cuando la gente se opone al ISIS. Uno de los mensajes decía: ‘¿Qué te pasó? ¿Tienes problemas?’ El ISIS estaba muy complacido con lo ocurrido, porque quiere que esto nos pase a los musulmanes. Quiere que la Policía ataque a los musulmanes. Quiere una guerra entre los musulmanes europeos y el resto de la población».

La ironía de todo esto sería demasiado obvia. Los policías belgas tendrían que haber estado leyendo el libro de De’emeh en vez de condenar al autor por llevar ejemplares en su coche. Debían haber tenido que aprender de él en vez de humillarlo.

Pero una vez que se dice a la gente que está viviendo con temor, una vez que se ha recurrido al “estado de emergencia”, todas las reglas normales de la sociedad se tiran a la basura.

Ciertamente, cada vez que proclamamos que nuestros valores están siendo atacados logramos hacerles más daño. Y eso es lo que De’emeh dice que es exactamente lo que quiere el ISIS.

Todo esto es lo que arriesgamos para que el primer ministro británico David Cameron pueda mandar a “unos cuantos” a la batalla en Siria. Todos entendimos el mensaje.