TERESA MOLERES
SORBURUA

Reflorecer en interior

E n su medio natural, la planta sabe cuándo tiene que formar las nuevas yemas florales. Conociendo su ciclo vital, nosotros podemos activar el mecanismo que les hace florecer. Como regla general, dejaremos que la planta reconstituya sus reservas cuando está en reposo sin forzar su crecimiento con exceso de fertilizantes.

Las orquídeas Phalaenopsis pueden florecer seis meses al año, incluso con un poco de suerte todo el año. Para que sigan echando flores, deben estar cerca de una ventana soleada, evitando el sol fuerte, regar mojando las raíces durante media hora dos veces por semana y añadir fertilizante líquido cada tres semanas.

Otra orquídea, la Cymbidium, dura cuatro o cinco meses. Como necesita un periodo de frescor, en otoño hay que sacarla al exterior con temperaturas mínimas aproximadas a 0º; incluso una helada ligera la estropea, pero no la mata. Luego, en el interior, cuidarla como otra planta cualquiera.

La Anthurrium necesita una temperatura de 20º mínimo y humedad ambiental. Hasta que comience la nueva floración, estará feliz en un cuarto de baño con luz natural. Si se enrollan las hojas, indica que la atmósfera es demasiado seca.

La floración de la Kalanchoes dura cuatro meses. Para que florezca de nuevo, debemos mantenerla lo que queda de invierno a 10º y casi sin riego. En marzo, se debe podar y después comenzar los riegos, colocándola a pleno sol y con abono líquido mensual. Necesita los mismos cuidados que un cactus.

La Begonia bambú dura en flor más de tres meses. Temperatura mínima de 15º y la luz sin sol directo será suficiente para que florezca. Las begonias arbustivas muy altas o que han quedado desguarnecidas necesitan poda fuerte en primavera para que salgan los brotes florales desde la base.

El bulbo del Hippeastrum dura de tres a cuatro semanas. Después de la floración, dejaremos que las hojas se desarrollen para que el bulbo engrose significativamente, uno o dos centímetros cada año. Después se debe poner a pleno sol y regar y fertilizar hasta mayo-junio, cuando las hojas comiencen a secarse. Entonces dejaremos de regar, porque comienza su tiempo de reposo. Regar de nuevo en otoño, cuando estén formados los nuevos botones florales.

Recordad que la planta en flor necesita temperatura fresca para que la flor se marchite lentamente y dure más tiempo. Además, suprimiremos las semillas conforme salgan para estimular su nueva floración. Sabemos que está programada para reproducir semillas y, si no se lo permitimos, seguirá floreciendo.