TERESA MOLERES
SORBURUA

La permacultura

Bill Mollison y David Holmgren, los dos ecologistas australianos que popularizaron el método de la permacultura hace cuarenta años, creen que «su esencia es preservar lo mejor, luego mejorar lo existente y solamente después introducir elementos nuevos».

Siguiendo este consejo en el huerto, en lugar de separar cada cultivo en espacios diferentes se busca crear microclimas, lugares con sombra, humedad o protegidos del viento que propicien la diversidad de lo sembrado. Por ejemplo, un seto con árboles frutales pequeños dará sombra y servirá de tutor a algunas plantas como calabazas y calabacines, a la vez que sus hojas caídas en otoño aportarán una capa protectora al suelo.

Para la permacultura es indispensable recoger el agua de lluvia. Para ello lo ideal pasa por construir un estanque en el centro del jardín que permita crear un medio acuático natural, a la vez que sirve para almacenar el agua de la lluvia. Otro aspecto importante está relacionado con la protección del suelo. Para preservarlo, hay que limitar el trabajo que daña la capa superficial y aportar nutrientes con regularidad, medidas que no son nuevas y conviene recordar.

De eso va la permacultura, sobre todo de aplicar el sentido común tanto para organizar los espacios grandes como los pequeños. Así, en la zona 1, la más cercana a la casa y también la más visitada, se encuentran las plantas aromáticas, legumbres, verduras y el gallinero. En la zona 2, menos frecuentada, se cultivan los frutales. Si hay espacio suficiente, la zona 3 se destina a las herbáceas, los nogales y los avellanos. Las gallinas, además de suministrar huevos, contribuyen al enriquecimiento del suelo con sus deyecciones y a su limpieza en invierno. La idea es que cada elemento que se encuentra en el jardín o en el huerto colabore incluso en diversas funciones.

La permacultura no trata de crear un nuevo modelo para aplicarlo en estos sitios, más bien indica que existen diversas vías. Cada persona reflexiona para entender las funciones de plantas y animales hasta encontrar su propio camino. Se puede ampliar información en “Introducción a la permacultura”, de Bill Mollison, y “Permacultura, principios y pistas de acción para un modo de vida sostenible”, de David Holmgren.