Dicen que en el momento en el que llegue el apocalipsis, si es que alguna vez ocurre, todos necesitaremos un sitio seguro donde resguardarnos. Duke Garwood –el aguerrido bluesman del sur de Londres al que a menudo hemos podido ver actuando junto a Mark Lanegan– ha encontrado en su nuevo disco, “Garden of Ashes”, el lugar perfecto para resguardarse del día del juicio final. Garwood es un hombre enojado, tanto que calienta el aire que se respira a su alrededor. Un combustible nuclear que usa para hacer música. «En un mundo tan lleno de dolor y locura necesitamos estar mejor que nunca, ir hacia adelante, evolucionar. Cada uno de nosotros debe de ser dueño de su propio destino y dejar a un lado a los falsos predicadores y a la gente que nos aconseja mal lo que tenemos que hacer», proclama este compositor agitado, convulso por momentos y que lanza verdades en cada una de sus canciones.

Con todo, y a pesar de esa furia contenida, hay mucho amor en la música de Garwood. Al igual que Nick Cave afirma en su película “One More Time With Feeling” que la única manera de luchar contra la angustia y la adversidad es teniendo un espíritu positivo, en “Garden Of Ashes”, ese es precisamente el mensaje que encontramos en el sexto álbum de este autor. Se trata de hacer música amable, bonita y positiva frente a esas imágenes de televisión llenas de miedo, terror y mensajes cargados de odio. Garwood intenta destilar esa frustración para convertirla en algo positivo.

Con veinte años de carrera a sus espaldas, su anterior trabajo “Heavy Love” recogió los elogios de buena parte de la prensa especializada y de numerosos artistas rendidos a su claridad y carisma. Su nuevo disco es un paso más hacia arriba, sube un peldaño facturando una obra hermosa y cargada de buenas canciones. «Este álbum es sobre la medianoche en el jardín del amor, el jardín del bien y del mal. Y es que el jardín del paraíso que conocemos está siendo destruido por el dinero para satisfacer a la gente codiciosa. Todo está quemado y se ha convertido en ceniza», afirma el compositor inglés.

Una parte del disco ha sido grabado en los estudios Valley Heights del propio Duke y en Giant Wafer, en Gales, junto al productor Strat Barrett. Cuenta con amigos como Paul May, a la batería o Pete March, al contrabajo. Su música es una mezcla del blues de Mark Lanegan con la guitarra hipnótica de J. J. Cale. Un trabajo que muestra a un artista que posee un enorme fondo musical.

Entre sus seguidores se encuentran artistas y colaboradores como Josh T. Pearson, Tinariwen, Mark Lanegan, Kurt Vile o Jehnny Beth, del grupo Savages.

CD AIPAGARRIA

Run The Jewels

“RTJ3” • Run The Jewels, Inc 2017 •& flexSpace; Hip hop

Probablemente este sea uno de los discos más relevantes de hip hop del año. Es el tercer trabajo de la pareja formada por El-P, productor y rapero neoyorkino de prestigio, y Killer Mike, activista político, rapero de Atlanta y toda una institución en el género. Un álbum en el que las pulsaciones y los flujos de El-P se complementan perfectamente con los versos de Killer Mike. La química entre ambos es tan asombrosa que nos encontramos ante una de las formaciones más significativas de los últimos años dentro del género. Ambos han colaborado con numerosos raperos y son solicitados por muchos compositores y productores. Sus rimas son urgentes y alentadoras, un arsenal de rap de nuestro tiempo que huye de la comodidad.