BERTA GARCIA
CONSUMO

Viajes online

C ada año aumentan las contrataciones de viajes a través de internet y, con ello, el número de reclamaciones de usuarios y la tipología de las mismas, con respecto a las clásicas tramitaciones efectuadas desde las agencias de viajes convencionales. Como no es oro todo lo que reluce, es importante antes de contratar tener en cuenta varias premisas. Los interesados en optar por el sistema online deben tener en cuenta que hay que recurrir a páginas web seguras y de confianza.

Para ello hay que identificar el grado de seguridad de la web mediante indicadores como que la dirección de la página web comience con las letras https:// y aparezca un candado cerrado o una llave entera en alguno de los ángulos de la pantalla del navegador.

Se aconseja buscar información relevante sobre la página web en la que se vaya a contratar y que la empresa cumpla con los requisitos legales, es decir, que tiene registrada una dirección física, un teléfono y un correo electrónico para la comunicación directa.

El interesado se asegurará de gestionarlo siempre en las páginas oficiales de las agencias o de las compañías aéreas, tecleando directamente la dirección en el navegador y no a través de vínculos que lleguen por ejemplo a través de correo electrónico. Toca leer detalladamente todas las condiciones para saber exactamente en qué términos se contrata. Así que hay que acordarse de leer bien la letra pequeña; de hecho, habitualmente suele ser la más traicionera.

La página web debe ofrecer información clara y precisa sobre el viaje. La publicidad es vinculante, por lo que es bueno conservarla, ya que en caso de tener cualquier problema servirá como prueba en la reclamación.

A la hora de pagar también hay que utilizar medios seguros y facilitar solo los datos personales que sean necesarios para realizar el proceso de compra. Como la tecnología avanza que es una barbaridad, para evitar que las ofertas o los precios finales que creemos lograr se esfumen de la red –a la primera de cambio– son muy útiles los «pantallazos» de la página, pues quedan libres de cualquier cambio tecnológico imprevisto.

Si tenemos en cuenta los factores anteriores, evitaremos sorpresas desagradables.