KOLDO LANDALUZE
CINE

«Blade Runner 2049»

En las alturas de un edificio y bajo la lluvia nocturna de un futuro incierto, un androide “Nexus 6” le confiesa a su cazador «yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir». Esta confesión otorgaba al epílogo de “Blade Runner” un empaque dramático que rompía con el cine utópico de ciencia-ficción que se hacía hasta la fecha, e incidía desde una perspectiva novedosa en el esquema del hombre libre enfrentado a una organización inhumana, el despotismo implacable y las aventuras del héroe picaresco en un mundo de anarquía gobernado por dioses orgullosos y crueles.

En realidad, más que contar una historia lo que nos propone este filme referencial es adentrarnos en una fantasía con ribetes oníricos que sigue las premisas dictadas por el escritor italiano Italo Calvino en su obra “Ensayos sobre literatura y sociedad”: «El placer de lo fantástico radica en el desarrollo de una lógica cuyas reglas, cuyos puntos de vista y cuyas soluciones reservan sorpresas».

Tres años después de rodar su magistral “Alien, el octavo pasajero”, el cineasta inglés Ridley Scott llevó a cabo en 1982 uno de sus proyectos más interesantes y complejos, la adaptación para la gran pantalla de la novela de Philip K. Dick “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”. Protagonizada por Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young y Daryl Hannah, esta superproducción no llegó a convertirse en un éxito de taquilla pero, a cambio, acabó transformándose en una obra de culto.

Al contrario de lo que suele ocurrir con muchas películas de ciencia ficción, para “Blade Runner” parecen no pasar los años, nunca envejece. Todo ello se debe a su fascinante e imitada puesta en escena, la plasmación cyberpunk de una sociedad errante, los efectos especiales diseñados por el maestro Douglas Trumbull y un argumento repleto de referencias y estilos que beben de las fuentes postmodernistas de los 80. Durante años se especuló con la posible realización de una nueva entrega basada en esta producción iconográfica, lo cual suscitó multitud de debates en torno a lo innecesario que ello resultaba. Finalmente, la puesta en marcha de “Blade Runner 2049” ha cobrado forma a modo de un reto en el que Ridley Scott ha optado por quedarse en un segundo plano ejerciendo labores de producción.

La elección de Denis Villeneuve como encargado de filmarlo es todo un acierto. Poseedor de una filmografía variada, que incluye obras como “Prisioneros”, “Sicario” y “La llegada”, ha imprimido su sello personal en cada una de sus propuestas.

Sabedor del peligro que supone llevar a cabo una realización de estas características, el cineasta quebequés ha señalado que «sentí la presión todos los días. Aunque al mismo tiempo, nunca he estado tan inspirado y emocionado. Amo el riesgo. Todas mis películas se han hecho con un cierto nivel de riesgo artístico, o bien de riesgo en el sentido de la forma en que retratas la realidad. De modo que estaba acostumbrado a la presión, pero ‘Blade Runner’ es presión artística y, de lejos, la más grande que jamás he tenido».

En cuanto al reparto, topamos en el rol protagonista con un actor tan versátil como Ryan Gosling, el cual se mete en la piel de un nuevo cazador de androides que, treinta años después de los acontecimientos que se vivieron en el filme original, emprenderá la búsqueda del veterano Rick Deckard (Harrison Ford) para confesarle la realidad de un secreto silenciado durante años y relacionado con el caos imperante en la sociedad.

Además del veterano Harrison Ford, el reparto también incluye el retorno de Edward James Olmos y las nuevas incorporaciones de Jared Leto y Robin Wright.