XANDRA ROMERO
SALUD

Fármacos antiobesidad y operación bikini

Durante estos meses se intensifican las campañas publicitarias que tienen como objeto o diana la famosa operación bikini. Entre ellas, encontramos la publicidad de fármacos para la pérdida de peso. El eslogan es directo y claro: «Con este producto pierdes x kg más que solo haciendo dieta». ¿Quién puede resistirse a tal afirmación?

Lo cierto es que habiendo sido la obesidad identificada como la quinta causa de muerte en el mundo, nos podría hacer pensar en la existencia de una solución que ayudara a contrarrestar o incluso controlar esta situación. Sin embargo, la realidad es muy distinta porque los medicamentos con una indicación terapéutica sobre la obesidad son bastante escasos y sus resultados son muy cuestionables en cuanto a la relación consecuencia/beneficio.

Desde que se empezara a trabajar en la creación de estos fármacos, han sido decenas los que se han comercializado y posteriormente han sido retirados del mercado a causa de sus efectos adversos.

No obstante, a día de hoy, hay un tipo de medicamento que se comercializa en el Estado español y pertenece al grupo de los inhibidores de la lipasa pancreática. Es decir, inhiben la acción de las lipasas gastrointestinales (proteínas que “digieren” y descomponen las grasas para su posterior absorción) de forma que se impide la absorción del 30% de las grasas. Este producto es el Orlistat, el único autorizado en la actualidad en el Estado español para el tratamiento del sobrepeso, y que se comercializa con las marcas Xenical (XLS Medical), Alli, Beacita (laboratorios Actavis) y Orliloss (laboratorios Sandoz).

Los fabricantes sugieren que junto con el control dietético, basado sobre todo en la restricción calórica y de grasa, consigue que se pierda un 50% más de peso que únicamente haciendo dieta. Según los estudios realizados, efectivamente se consiguen pequeños aumentos en el adelgazamiento ya que produce cierta reducción de la absorción de grasas.

No obstante, lo que no te dicen es que las dietas que reducen las grasas y las calorías realmente tienen el efecto contrario, como han demostrado múltiples estudios científicos. Y es que, aunque permiten perder un poco de peso a corto plazo, a la larga, favorecen el conocido y temido efecto rebote. Por lo que aunque este tipo de productos contribuyan a adelgazar un poco en poco tiempo, no mantienen el peso perdido.

Asimismo, el tratamiento con Orlistat solo está indicado en pacientes con un IMC elevado, siempre bajo supervisión médica y como coadyuvante, siempre, del tratamiento dietético y de los cambios en el estilo de vida. En este sentido cabe advertir, que nunca, pero nunca, debería usarse como primera medida frente al sobrepeso u obesidad.

Por otro lado, sobra decir que estos fármacos tienen efectos adversos sobre todo de carácter digestivo como aumento de las deposiciones, heces de color blanquecino, incontinencia fecal, flatulencia, hemorroides y gastritis y además su consumo puede deparar la disminución de la absorción de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K).

Tenemos que pensar, por lógica, que la mayor parte de estos productos llevan un tiempo entre nosotros (concretamente el Orlistat cerca de 18 años) y que, pese a ello, todo sigue igual porque no se han demostrado grandes resultados. Es decir, si realmente fuesen eficaces para reducir la tasa de obesidad ya se hubiera notado.