Delirante y esperanzador. Cariñoso pero herido y rebosante de perdón. El quinto álbum de Baxter Dury es tanto una meditación privada sobre el resumen de las relaciones que experimentó durante el año pasado y su trabajo más ambicioso y más grande hasta la fecha. “Prince Of Tears” no es solo un título de un disco sino que también es una forma de pensar, un melodrama, una catarsis narrada a modo de irónica comedia.

«Hay un poco de angustia común», explica Dury sobre su nuevo trabajo. «Puedes tener un montón de ideas u opiniones políticas, pero en realidad no hay nada más represivo que la angustia y nada te cambia más la vida. Podrías disparar un arma y separarte de tu novia en la misma semana e irremediablemente pensarías en tu novia. El pasado año fue difícil para mí, así que me dediqué a concentrarme en este tipo de reflexiones».

Sin embargo, este derroche artístico no desencadenó un estallido personal demasiado grande cuando Dury canalizó sus emociones magulladas en una serie de viñetas exageradas y momentos inolvidables salpicados de extraños personajes y narradores poco fiables. «El álbum está lleno de pequeñas instantáneas ficticias basadas en experiencias reales», dice sobre las diez canciones del trabajo. «Son bandas sonoras de películas biográficas para una historia imaginaria sobre mí pero que es ficticia». Con todo, no se puede confiar del todo en el hombre que está narrando, resulta enormemente delirante, pero también emocionalmente desgarrador.

La canción de apertura del álbum se llama “Miami” y es también el portal al confuso y anti-país de las maravillas de Dury. Es un tema que destapa el ambiente que recorre el disco a través de una embriagadora mezcla de exceso, fatiga y represión emocional.

Una cosa que es muy real en “Miami” es el oscuro paisaje sonoro que Dury ha creado para su inframundo. Vibrantes teclados, guitarras puntiagudas, un bajo hipnótico y una sección de cuerdas cinemáticas son elementos que muestran una entusiasta visión musical de Baxter Dury, quizá una de las más completas hasta la fecha.

Ha contado con varios colaboradores que han aportado su voz a “Prince Of Tears” iluminando algunas de las esquinas más oscuras del álbum. Madelaine Hart regresa para proporcionar su melancólica aunque sabia voz a varias canciones, Rose Elinor Dougall le agrega un siniestro tono a “Porcelain”, mientras que Jason Williamson, de Sleaford Mods –declarado fan de Dury– no esconde su admiración hacia la carrera de este y se suma con entusiasmo en el tema “Almond Milk”.

En este “Príncipe de las lágrimas” Dury se vacía de todo, desde dentro. Se muestra satisfecho por el disco y es consciente del dolor que le hizo sufrir la búsqueda de inspiración para crear esta nuevas canciones.

CD AIPAGARRIA

M. Craft

“Blood Moon Deconstructed” • Heavenly, 2017 • Pop

El año pasado se publicaba “Blood Moon”, de M. Craft. Aquel disco tan bien recibido resurge ahora con este trabajo “deconstruido” después de haber sufrido una metamorfosis musical. Muestra un telón de fondo cinemático similar al de su predecesor y, tras haber evolucionado a partir de las improvisaciones de piano, las pistas se han transformado: algunas han desaparecido, mientras que otras han avanzado hacia composiciones completamente nuevas. Ha contado con la ayuda de excelentes músicos como Mary Lattimore (Kurt Vile, Sonic Youth) tocando el arpa, Paul Cartwright (Father John Misty, Rhye) al violín, Maxwell Sterling al contrabajo, así como Seb Rochford y Danny Frankel (Lou Reed, KD Lang) a las baterías. Un trabajo cautivador.