IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Ejercicio

El arte es un ejercicio de vida. A través de él somos capaces de confrontarnos con otras visiones del mundo. Es un espacio de incomodidad pero también de encuentros. Un desafío que necesita de nuestra pulsión para llevarse a cabo. Por esto último, las lecturas siempre son múltiples y diversas. La convivencia entre las capas poéticas y formales es capaz de activar puntos concretos de la emoción para iniciar así nuevos diálogos. Es un constante ir y venir entre lo discursivo y lo irracional, entre el texto y la piel. Dentro de esto caben entonces tantas disciplinas como ideas. Las limitaciones entre los territorios que corresponden al arte contemporáneo o a áreas como las artes escénicas, el cine, el diseño o el activismo parecen más preocupación de la historiografía y la teoría del arte que de los propios proyectos. Todo está entremezclado y contaminado y cualquier reivindicación de pureza deberá hacernos sospechar. No existen manuales de instrucciones para dirigir nuestra experiencia vital, por tanto el arte seguirá siendo capaz de inventar nuevas formas de habitar aquellos lugares que dan forma a nuestro paso por el mundo.

La edición de este año 2018 del programa Bosteko inauguró el pasado 16 de octubre su estancia en la sala Kultur Leioa hasta el próximo 4 de noviembre, en lo que supone la tercera etapa de la itinerancia gestionada por la Diputación Foral de Bizkaia y los ayuntamientos de las localidades de Zornotza, Arrigorriaga, Leioa, Basauri y Getxo. La muestra, comisariada por Iñigo Sarriugarte, reúne bajo el título “Poéticas del silencio, esencias en resonancia” las obras de los veteranos artistas Luis Miguel Gómez (Basauri, 1955), Koldo Etxebarria (Lemoa, 1960) y Jesús Lizaso (Barakaldo, 1961). Mientras que los dos primeros se asientan en lo pictórico, Lizaso es el encargado de ocupar físicamente el espacio de la galería desde el poder de sus esculturas y la personalidad de los materiales. Las diferentes propuestas se engarzan a la perfección. Las estancias prácticamente vacías de Gómez parecen esperar a que los personajes de Etxebarria (creados en 3D) puedan llegar a vivirlas desde la quietud de su silencio. Los pliegues de la madera de las obras de Lizaso emergen entonces como un aparente contrapunto ante la apatía de lo contemplativo aunque, finalmente, acaban también formando parte de la misma atmósfera compartida.

Ainhoa Akutain (Andoain, 1975) ha sido la encargada de inaugurar la primera muestra correspondiente a los proyectos seleccionados para la edición de Proyectos Artísticos 2018 del Centro Cultural Montehermoso de Gasteiz. “Lúcu_lúcu (ver_mirar)” estará disponible hasta el 18 de noviembre para acercarnos a la sugerente propuesta de la creadora guipuzcoana. Un proyecto de complejidad conceptual pues son varias las referencias que arrastra la línea narrativa del mismo. Sin embargo, el trabajo desde lo escultórico, lo fotográfico o el vídeo nos permite adentrarnos en el relato a medida que avanzamos por la alargada sala del centro gasteiztarra.

La Galería Aire de Bilbo, situada dentro de un callejón de la Alameda San Mamés, hace justicia a lo especial de su situación en la ciudad con un espacio reducido cuyas paredes acogen hasta el próximo 30 de noviembre la muestra colectiva titulada “Sueño”. Alazne Zubizarreta, Jorge Rubio, Lide Kaltzada, Alberto Albor, Juana García-Pozuelo, Merche Olabe, Alfonso Gortázar, Julen Alberdi, Raisa Álava y Txus Meléndez conforman el nutrido elenco que se desborda por el pequeño pasillo central de Aire.