Indudablemente el paisaje urbano está experimentando cambios, y un “sin vivir” para los peatones que deben estar atentos con el fin de evitar golpes o accidentes propiciados por la convivencia con patinetes eléctricos, segways y otros artilugios futuristas que van llenado la vía pública. Los dos ruedas o vehículos de movilidad personal (VMP) empiezan a ser imprescindibles, no se sabe bien si por respeto al medio-ambiente o por falta de dinero para hacerse con los nuevos coches eléctricos.

Si bien, en teoría, estos aparatos resultan un paliativo para la gran congestión de coches en espacios urbanos, tienen su cruz en el incremento de pequeños accidentes que empiezan a sumarse con su práctica extendida. Y es que, de momento, solo existen media docena de normas básicas –salvo excepciones puntuales en varias capitales– y los conductores circulan “a su bola”. Un aspecto este que desde la Dirección General de Tráfico (DGT) y los ayuntamientos están intentando regular a marchas forzadas para poner orden y, de paso, conseguir algún “pequeño impuesto” destinado a las arcas públicas.

La futura regulación no está teniendo consenso, ya que en el sector de seguros y usuarios no consideran a los patinetes eléctricos como vehículos a motor. Por su parte, los organismos oficiales administrativos señalan que tienen las mismas características, en cuanto a potencia de motor y velocidad, que los ciclomotores, por lo que se les puede aplicar el Código penal, pongamos que en situaciones como accidentes mortales o lesiones por imprudencia.

En el interín o vacío legal, el primer consejo es aplicar el sentido común y de responsabilidad, bien por parte de las personas adultas conductoras o al cuidado de menores a bordo de una inocente “goitibera” eléctrica, que deben de llevar casco obligatorio y las consabidas rodilleras y coderas, quedando así asegurado que en caso de un posible leñazo solo lo sufrirá el pobre peatón.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que quizás, si se dispone de una póliza de seguro del hogar, deberíamos revisarla bien, pues puede que nos esté garantizando los daños a terceros si hay un patinete eléctrico de por medio.