MIKEL INSAUSTI
CINE

«Ilargi guztiak»

No cabe duda de que “Errementari” (2017), de Paul Urkijo, abrió la puerta del cine de género rodado en euskara de par en par, de la misma forma que “Handia” (2017), de Jon Garaño y Aitor Arregi, hizo que se le perdiera el miedo o los complejos a las películas de época. Ambos títulos están desarrollados sobre el trasfondo histórico de las carlistadas y, sobre esa senda ya transitada, avanza en estas fechas el rodaje en Euskal Herria de “Ilargi guztiak” (2020), segundo largometraje del bilbotarra Igor Legarreta, que viene a confirmar la existencia y persistencia de un cine fantástico euskaldun.

Legarreta empezó profesionalmente como director de segunda unidad, pero sobre todo escribiendo guiones, ya fuera en solitario o en equipo. Los más conocidos en los que participó fueron la entrega de la serie “Películas para no dormir”, titulada “Regreso a Moira” (2006), y realizada por Mateo Gil, que fuera colaborador como guionista de Alejandro Amenábar; y ya más tarde, la cinta de ciencia-ficción “Autómata” (2014), producida y protagonizada por Antonio Banderas, y que se presentó en Donostia. Su ópera prima en la dirección llegaría con “Cuando dejes de quererme” (2017), una coproducción entre Euskal Herria y Argentina que iba de un país a otro con saltos temporales de por medio, siguiendo una estructura de drama familiar, bien distinto de lo que anuncia ahora.

Al principio citábamos “Handia” (2017), y no por capricho, ya que el segundo largometraje de Igor Legarreta comparte con la premiada película buena parte de su equipo técnico, que acumula unos cuantos Goyas. El montaje es de Lurent Dufreche; la dirección artística, de Mikel Serrano; la música, de Pascal Gaigne; y también se encuentra a cargo de los efectos especiales Mariano García, además de Ana Rubio y Juanma Nogales. El equipo se completa con la fotografía de Imanol Nabea, el sonido de Alazne Ameztoy, con Lola López e Itziar Arrieta en maquillajes y peluquería, y con Leire Orella como figurinista.

Las localizaciones resultan asimismo familiares, siendo las de Mutriku, Gaintza y Zizurkil en Gipuzkoa, Orozko en Bizkaia y Erratzu, Aldatz, Urbasa y Leurtza en Nafarroa. El golpe de claqueta inicial se dio a mediados del pasado mes con un reparto encabezado por la niña debutante Haizea Carneros, Itziar Ituño y Josean Bengoetxea, secundados por Lier Quesada, Zorion Eguileor y Elena Uriz.

Las compañías que se han asociado para sacar adelante esta exigente producción son Arcadia, Kowalski, Pris & Batty Films y Noodles Production. Cierto es que la puesta en escena maneja pocos personajes, pero se mueven en escenarios naturales no siempre de fácil acceso, y con la necesidad de crear una atmósfera onírica capaz de sugerir un universo propio.

En cuanto a su temática, “Ilargi guztiak” maneja con mucha libertad referencial mitos universales como el de Fausto, asociado con el del vampirismo. La inmortalidad y las criaturas de la noche son elementos confluyentes, y que en esta historia están servidos de forma diferente y original.

La niña protagonista de doce años vive en un orfanato a finales del siglo XIX, que es destruido por un proyectil de la última Guerra Carlista. La pequeña será rescatada por una misteriosa mujer que habita en lo profundo del bosque, y a la que, medio moribunda, confunde con un ángel que la lleva al cielo. En realidad le está concediendo el don de la vida eterna, sin dejar de ser nunca una niña bajo las lunas que iluminan la noche.

Su escondite será atacado, y de nuevo la cría se queda sola, siendo acogida por un hombre humilde que la recibe en su casa como si fuera su hija. Dicha transición hacia lo que parece una existencia normal plantea la posibilidad de vivir y morir como los demás, en una lucha por recuperar la humanidad perdida. La promesa de la eternidad que proclaman las religiones había resultado ser una suerte de condena en el oscurantismo.