TERESA MOLERES
SORBURUA

El arte de trenzar sauces

Los tallos del sauce Salix viminalis, procedentes del sauce salvaje europeo, se recolectan en invierno y, después de dejarlos secar, se convierten en mimbre listo para trenzar. Esta técnica se conoce desde la antigüedad. En el año 55 a.C, Julio César escribió que «la tribu flamenca Nervi construía vallas defensivas con árboles delgados con muchas ramas enlazadas y acabados con zarzas insertadas entre ellas. Formaban paredes difíciles de penetrar y de ver a través».

En los jardines de los claustros medievales su uso se extendió formando cuadrados de mimbre trenzados para albergar en su interior plantas medicinales y frutales, compitiendo con el boj recortado. Su uso casi se extinguió cuando llegaron las cercas de alambre. Otro material para trenzar y formar setos son las varas de castaño, bastante más anchas que las del sauce.

Para que el seto de sauce no se caiga, primero hay que estabilizar el terreno y colocar los tutores o pilares con los que se sostiene la estructura, sin separarlos mucho para obtener un conjunto rígido. De esta forma, se constituye la osatura de la obra. Los sauces trenzados cuando son bajos se utilizan para delimitar los linderos de separación de caminos, más altos para construir cercados fuertes y elegantes, también para construir cabañas, cenadores y toda clase de cestos en sustitución de los tiestos con plantas.

En el caso de utilizar sauces vivos, las ramas del sauce echarán raíces para desarrollar abundante vegetación. Después de preparar el terreno, se plantan las ramas jóvenes de sauce; cuando prendan, hay que guiarlas y trenzarlas de una manera armoniosa. Los sauces vivos son apropiados también para formar arcos floridos en un terreno húmedo, algunas veces se utilizan incluso para secar pantanos. Sobre el arco formado por los sauces pueden trepar clemátides, glicinias y rosales, aunque se corre el peligro que después de tres o cuatro años el sauce sobresalga demasiado. Contar siempre con un agujero de plantación grande para que el arco soporte el peso de las flores.

Sin olvidar que las vallas o cercas formadas por sauces trenzados son ecológicas. Ayudan la vida salvaje de pájaros y animales pequeños que entre sus ramas pueden anidar y crecer.