MIKEL INSAUSTI
CINE

«Gli anni più belli»

La película fue anunciada con el título inicial de “I migliori anni”, y para la distribución internacional ha conservado la traducción literal, por lo que ahora se estrena como “Nuestros mejores años”, que sigue siendo parecido al italiano “Gli anni più belli” (2020) en su significado. Y el lío de los títulos no acaba ahí, porque es un homenaje al gran clásico de Ettore Scola “C’eravamo tanto amati” (1974), y que en su versión doblada se estrenó como “Una mujer y tres hombres”. Una película que a su vez homenajeaba a Rossellini, Antonioni, Fellini y Resnais, con la historia de un cuarteto de camaradas que iba desde la posguerra a los años 70. La versión libre de Gabriele Muccino presenta otro cuarteto, también con tres hombres y una mujer, pero cuya cronología abarca desde 1980 al 2020. Cuatro décadas que van de la juventud a la madurez, con sus idas y venidas, sus encuentros y desencuentros en unas vidas que transcurren en paralelo vertebradas por las relaciones de amor y amistad.

El común denominador de estas personas es su pertenencia, en cuanto constante en la filmografía de Muccino, a la clase media. Y la sensación que predomina es la de que, pase lo que pase en el mundo, han de salir adelante por sus propios medios. Por eso los acontecimientos históricos se van sucediendo como telón de fondo a sus desventuras y logros personales, desde el final de los llamados “anni di piombo”, hasta el auge del partido M5S (Movimento 5 Stelle), pasando por la caída del Muro de Berlín, el proceso judicial contra la corrupción en Italia denominado “mani pulite” o los atentados del 11-S. Los cambios externos se reflejan en la evolución personal de los protagonistas, y no falta el elemento que del idealismo juvenil de sus comienzos profesionales deriva hacia el conformismo.

Muccino vuelve a destacar como creador de personajes y en el dominio de la dirección interpretativa, reuniendo de nuevo a Pierfrancisco Favino, Kim Rossi Stuart y Claudio Santamaria, que ya habían trabajado juntos a las órdenes de Michele Placido en “Romanzo criminale” (2005). El cuarteto se completa con Micaela Ramazzotti, en el rol más desdibujado de Gemma, y tampoco refuerza el apartado femenino la inclusión de la cantante Emma Marrone como Anna, la mujer con la que se casa Riccardo (Claudio Santamaria).

En consecuencia, el sentido de la camaradería que predomina es el masculino, con Riccardo como el joven que resulta herido por una bala en las revueltas estudiantiles, por lo que le apodan el superviviente, siendo un soñador heredero de padres hippies y metido en trabajos precarios relacionados con el periodismo y la actuación. Su matrimonio con Anna estará lleno de altibajos.

Por su parte, Giulio (Pierfrancisco Favino) y Paolo (Kim Rossi Stuart) se pelean por el amor de Gemma, que es huérfana y un poco la Cenicienta del grupo, frágil y autodestructiva. Giulio es el de familia más humilde y, aunque se acerca a la abogacía con ideas progresistas, acaba sucumbiendo al dinero y la obtención de un estatus social. Paolo es igualmente un idealista comprometido de joven, y se hace profesor de literatura y latín, aunque vivirá sin tener ambiciones bajo la presión materna.

Fiel al estilo que le ha dado fama internacional, Muccino busca los planos secuencia emotivos, y en “Gli anni più belli” (2020) hay varios, sobre todo aquel en el cual Gemma repasa su existencia en una rápida cronología mientras sube corriendo las escaleras.

Gabriele Muccino parece querer establecerse otra vez en su país, tras haber gozado de una considerable carrera en Hollywood, surgida del remake anglosajón de su exitosa película “El último beso” (2001), de la que luego hizo la secuela “Baciami ancora” (2010). En inglés ha rodado dirigiendo a Will Smith “En busca de la felicidad” (2006) y “Siete almas” (2008), además de “Un buen partido” (2012), con el escocés Gerard Butler, y “De padres a hijas” (2015), con Russell Crowe y Amanda Seyfried.