Xandra  Romero
Nutricionista
SALUD

La ley contra los ideales estéticos

Si el otro día le dábamos al Gobierno español un ‘meneíllo’ por aquella salida del presidente español, Pedro Sánchez, sobre la disminución del consumo de carne roja, hoy volvemos a la carga comparando las políticas extranjeras en materia de salud con las que nos tocan más de cerca, además de otras noticias relacionadas.

Así, ha quedado patente con el caso de Noruega que prohibirá a sus influencers patrias retocar sus fotos con filtros y demás herramientas. El país nórdico ha aprobado una ley con el objetivo de luchar contra la publicidad engañosa y los ideales de belleza irreales.

Como tal, dicha ley no prohíbe su uso, si no que obliga a declarar cuando esas fotos han sido retocadas. De este modo, y a través de un sistema de etiquetas, la ley que el Ministerio de Infancia e Igualdad ha aprobado también será aplicable para los anuncios convencionales. La norma hace referencia a las fotografías en las que se han editado las medidas del cuerpo, por ejemplo, la altura o la longitud de las piernas, la forma, hacer los labios más gruesos o marcar más la cintura, etc. De este modo, no poner la etiqueta implicará sanciones que van desde multas hasta una posible pena de prisión.

Desde luego no es “la” panacea, por supuesto, pero es un grandísimo avance que sienta precedente para acciones y leyes más importantes en este sentido.

Al mismo tiempo, Pinterest, la red social basada en contenido fotográfico, anuncia su decisión de dejar de mostrar contenido y anuncios relativos a la pérdida de peso. Los responsables señalan que, al ser una red social tan visual, quieren promover más aceptación corporal, y esto también es muy, muy grande.

¿Por qué son tan sumamente importantes estos cambios? Pues son varias las razones; por un lado evitar fomentar los trastornos de la conducta alimentaria, luchar contra la gordofobia y, sobre todo, no alienar nuestro cerebro para que crea que solo hay un tipo de cuerpo (femenino) y este tiene que tener abdomen plano, clavículas marcadas y muslos separados.

Si necesitamos más razones, podemos hacernos eco de lo que señalaba hace escasas semanas la Dra. Arantza Fernández Rivas, jefa de sección de Psiquiatría infanto-juvenil del Hospital Universitario de Basurto, porque este año, pandemia mediante, ha habido un incremento exponencial de los casos de trastornos de la conducta alimentaria en niños y adolescentes, a tal nivel, que en todo el Estado español, centros públicos y privados han tenido que establecer listas de espera para asumir más pacientes.

Y es que, como dice la experta, «tal vez decir que, en vez del covid, el problema era ‘engordar fue un error’. Hubo un bombardeo de mensajes en las redes. Fue el horror de la anorexia». En este escenario, sin opción de salir y relacionarse con sus iguales, las redes sociales, ya muy instauradas en nuestras vidas, se convirtieron en el centro de su día a día, en su referente, sus fuentes de información, conocimiento y educación, y, en términos estéticos, de comparación con sus ¿iguales?, no, con falsos ejemplos de ideal estético.

Y es que, cuando se trata de la salud, elegir a quienes seguimos nos impacta mental y emocionalmente. Y el problema es que se instauran como normales cuerpos que ni de lejos corresponden al grueso de la sociedad.