Xandra  Romero
Nutricionista
OSASUNA

Deporte de élite y publicidad alimentaria

Primero fue el Barça asociándose a Herbalife y ahora el Real Madrid es patrocinado y da a entender en sus anuncios que sus jugadores, profesionales de élite, toman un batidito o complemento nutricional llamado Ensure® Nutrivigor que les ayuda a estar fuertotes y ganar muchos partidos…

Y estos solo son dos casos, pero cada vez más este tipo de marcas utilizan a personajes famosos para hacer creer a los potenciales consumidores de la existencia de una necesidad que realmente no es tal. Actualmente, entre el 80% y 85% de la inversión en patrocinio en el mundo se realiza en el deporte porque las empresas ven al deporte de alta competición como un gran instrumento de publicidad y conocimiento de marca, ya que se asocia al trabajo en equipo, al espíritu de superación o también a la mejora de la salud.

Sin embargo, al margen de la publicidad, ¿son estos productos necesarios y beneficiosos? En primer lugar, este anuncio en cuestión es un poco “engañoso”, puesto que el producto parece estar destinado al adulto mayor y en el anuncio salen jugadores muy jóvenes y de un equipo profesional de fútbol, dos sectores poblacionales con poco que ver.

Pero más allá de los intereses de una industria interesada en mejorar su economía, los fabricantes de suplementos nutricionales centran mensaje en un paradigma erróneo y este no es otro que el de la falsa necesidad. Quizá en otra época fue interesante y necesario suplementar con ciertos nutrientes a ciertos sectores de la población por cuestiones como guerras, hambrunas y consecuencias de las mismas. Pero a día de hoy las circunstancias han cambiado y en nuestro entorno no hay ya enfermedades carenciales. Lo que sí hay es una tendencia a las malas elecciones alimentarias que afectan a todos los sectores de la población.

¿Cómo lo justifica la marca y cómo se desmonta? La marca dice textualmente que se trata de “un complemento alimenticio para adultos que contiene HMB, proteínas de alta calidad y 27 vitaminas y minerales” y que el producto en sí “puede ser el complemento ideal gracias a su contenido en proteínas, que ayudan a aumentar la masa muscular, y el de la vitamina D y calcio, que contribuyen a su normal funcionamiento. Además, las vitaminas B2, B6 y B12 contribuyen a mantener la energía, y la vitamina C ayuda a las defensas”.

Sin embargo, lo real es que podemos encontrar estos nutrientes en un sinfín de alimentos como vemos a continuación. Una buena fuente de proteínas (aporte por 100 gr) la tenemos en garbanzos (20,8 gr), alubias (22,2 gr), lentejas (23,18 gr), soja (34,79 gr) y pechuga de pollo (22,2 gr). Si bien es cierto que para un adulto se recomienda comer entre 0,8 y 1 gr de proteína por cada kg de peso corporal. Esto quiere decir que para un adulto de 70 kg, su consumo de proteína debe oscilar entre 62 y 70 gr, algo que, como podemos calcular, es muy fácil de alcanzar y no hay necesidad de suplementarlo.

Además, un exceso de proteína deja residuos metabólicos tóxicos para el organismo. Por lo que más, no siempre es mejor. Sigamos con los alimentos más ricos en vitamina D que son el atún fresco o atún, bonito, caballa y otros en conserva, arenques, sardinas, etc.

El calcio, en orden de mayor a menor contenido en los alimentos, está en el queso gruyere, emmental, roquefort, bola, queso manchego fresco y también en sardinas en aceite, almendras, avellanas, cigalas, langostinos, gambas, queso de Burgos, yogur, higos secos, garbanzos, pistachos, leche de vaca, judias blancas y habas secas.

La Vitaminas B2 está muy presente en el hígado, en algunos quesos como roquefort y cabrales, almendras, champiñones y setas, sardinas o huevo de gallina. La vitamina B6 la encontramos en adecuada cantidad en sardina, salmón, langosta, bogavante, nueces, lentejas, judías blancas, garbanzos, lenguado, hígado, plátano, aguacate, pollo, gallina, atún, bonito, besugo, trucha y carne magra de cerdo. La famosa vitamina B12 también está presente en el hígado, las sardinas, conejo y liebre, caballa, jurel o chicharro, palometa, arenques, sardinas y otros ricos en grasa (conservas saladas y ahumadas) y mejillones. Por último la vitamina C la encontramos en naranjas y otros frutos cítricos, fresas, kiwis, tomates, espinacas, patatas, pimientos verdes y rojos.

Como conclusión final, entonces, ¿necesitamos los adultos e incluso adultos mayores un mejunje de este tipo? No, no necesitamos complementos nutricionales, sino comer mejor.