Berta García
CONSUMO

Datos sanitarios

El Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS), acordado en marzo por las instituciones de la Unión Europea, supone un avance para mejorar la asistencia sanitaria. Sin embargo, las instituciones deberían haber dado más opciones a las personas para que decidan por sí mismas con quién se comparten sus datos y con qué propósito.

El espacio de datos permitirá a un médico acceder a los datos de salud de un paciente de otro país de la UE que sea trasladado inconsciente a la sala de urgencias; permitirá un mejor tratamiento teniendo en cuenta sus antecedentes, los diagnósticos anteriores o la medicación actual. Los investigadores y las autoridades de salud pública podrán acceder a estos datos en un formato anonimizado para desarrollar mejores tratamientos.

CONTROL DE DATOS

Hasta aquí todo bien, pero el asunto, junto con sus luces, tiene sus sombras, ya que las instituciones de la UE no han prestado más atención a los deseos de los y las consumidoras de mantener el control de sus datos, porque esa es la forma de generar confianza en el proyecto. La idea de que como personas usuarias no tengamos la opcion de poder expresar nuestras opciones sobre con quién -sí o no- compartir nuestros datos no es tranquilizadora, y esta “pequeña” pero importante ausencia va a afectar seriamente la confianza en el sistema.

Un apunte a nivel personal: siempre me he mostrado recelosa con las mejoras previas a los periodos electorales y, aunque este avance parece un caramelo muy bien envuelto y colorido, no me pasa como con el plato de lentejas de “lo comes o lo dejas”. En fin, tras el plebiscito del 9 de junio veremos cómo trabajan los y las nuevas europarlamentarias esta pérdida de privacidad y/o las posibles quiebras en la protección de los datos personales.