Jone Buruzko
IRUDITAN

A velocidad de crucero

(Joe Klamar AFP)

Una paloma vuela sobre el canal del río Viena (en alemán Wien o también Wienfluss), en la capital austríaca, aparentemente alcanzando su velocidad de crucero sobre esas aguas de corriente moderada que fluyen por un lecho de hormigón franqueado por edificios de viviendas para desembocar en el canal del Danubio. Mira por dónde, en Viena no hay tantas palomas campando a sus anchas. Comparando con otras ciudades turísticas europeas, en las que se han tomado medidas drásticas contra estos animales aludiendo a que la corrosión provocada por sus deyecciones deteriora gravemente el patrimonio artístico y arquitectónico, en la capital de la música clásica, la población de palomas es pequeña. Curiosamente existe una especie llamada de Alto vuelo de Viena y es una variante de la Volteadora de Viena, que es capaz de volar a gran altura. Esta raza, con un buen entrenamiento, puede permanecer hasta diez horas en el aire. Las palomas, en general, tienen mala prensa debido a los mencionados daños en edificios, la contaminación y esa transmisión de enfermedades que no debe de ser para tanto. En realidad son inteligentes, monógamas, con un gran sentido de la orientación y una envidiable vista, pero además son muy rápidas, más que la mayoría de las aves, y pueden alcanzar los 56 km/h. La cámara de Joe Klamar la ha cazado en pleno vuelo, parece muy veloz y esta fotografía es la prueba.