Ensimismadas

Cómo refleja nuestro rostro los momentos en los que estamos abstraídos? Son momentos fugaces en los que nuestra mente se deja ir, volando hacia otros lugares. Son instantes en los que nos sumergimos en nuestros propios pensamientos, apartando por un rato la realidad inmediata. Momentos de desconexión, de pausa, de descanso; de embelesamiento con el más sencillo o el más complejo de los pensamientos, esos que, aunque fugaces, son vitales. En nuestro contexto existen múltiples expresiones para referirse a este estado: estar en las nubes, en Babia o en la luna de Valencia. En definitiva, soñar despierto. Son oportunidades que nos permiten explorar otras lógicas del razonamiento.
David Hornback (California, 1962) nos invita a sumergirnos en un universo íntimo y lleno de sensibilidad con su exposición “Momentos fugaces”, la cual se puede visitar hasta el 5 de diciembre en la galería Lumbreras (Bilbo). A través de su lente, el fotógrafo estadounidense captura gestos, expresiones, miradas y acciones de diferentes artistas del contexto vasco. Cada retrato reivindica la importancia de esos momentos de inspiración que nos permiten trascender la realidad cotidiana. Hornback presenta su trabajo en diversos formatos, casi todas las fotos estan realizadas en blanco y negro con una luz natural que acentúa el contraste de claroscuros y crea atmósferas sugerentes que envuelven a los personajes retratados. La cámara del fotógrafo no solo documenta, sino que establece una mirada cómplice, amiga, que hace sentir al sujeto representado en total confianza.
Asiduo a prácticamente todos los eventos artísticos en Bilbo, Hornback captura, no desde el encargo, sino desde el placer de la observación, momentos de encuentro y felicidad. En sus imágenes, el artista celebra la belleza de esos momentos efímeros que dan sentido a nuestras vidas. En su obra, el o la artista pasa a ser el objeto de estudio: muchos de los rostros se muestran con los ojos cerrados o ocultos tras sus ropas, como si buscaran una conexión con su realidad interior. Los y las artistas actúan como catalizadores de nuestras propias reflexiones, pero su voz se diluye en el mensaje. Son como faros que iluminan el camino, aunque permanezcan ocultos en la oscuridad. La vida de un o una artista, como bien sabe Hornback, es una danza constante entre la esperanza y la incertidumbre, y el fotógrafo captura esta dualidad con exquisita delicadeza, resaltando tanto la fragilidad de la creación como su belleza intemporal.
Las imágenes de Hornback no se limitan a lo visual; son ventanas emocionales que nos conectan profundamente con los sujetos, permitiéndonos empatizar con ellos. Este no es su primer trabajo en esta línea; en 2022, desarrolló el proyecto “Eat the Artists” en BilbaoArte, donde entrevistó y retrató a 50 artistas vascos, culminando con una publicación en tres volúmenes que combina retratos y citas.
“Momentos fugaces” nos recuerda que, en la aparente quietud de un rostro absorto o en la rápida acción de la exaltación de un salto, se esconden los latidos del pensamiento y la creación.

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