Si vemos escrito el nombre de El Pimiento Indomable en las paredes de nuestras ciudades, es para recordarnos que el próximo 18 de marzo se presentará en el Kafe Antzokia de Bilbo el nuevo proyecto en formato de banda que une al simpar Kiko Veneno con el cantante uruguayo Martín Buscaglia.

También es el título del álbum que da nombre a este entusiasta y vigoroso proyecto. A todas luces, una conjunción de dos artistas que aportan a sus obras –tanto conjuntamente como por separado– una graduación de altísimo nivel. Fue realizado en Montevideo (Uruguay) partiendo de una libertad creativa que ha dado lugar a un disco que transmite calor, sosiego y la mejor de las representaciones.

El nombre de Kiko Veneno no necesita presentación. Es una de las principales referencias de la música popular en castellano y su inquietud artística le ha llevado a transitar por estilos como el flamenco, el rock o la canción popular para unirlos con sonidos de diferentes rincones del mundo. Por su parte, Martín Buscaglia es uno de los cantautores más populares y creativos de América. Ha vivido en Madrid, es un gran amante del pop, la música negra y la canción popular, y ahora se suma a Kiko Veneno en este gran proyecto musical. Ellos son las dos voces principales de El Pimiento Indomable, que han tenido unos compañeros de viaje de altura, como Isaki Lacuesta, Albert Plà, Perles & Perles y Santiago Segura, que han transformado en imágenes y clips cada una de sus notas, mensajes y ritmos.

En definitiva, en Bilbo espera una actuación única, con la leyenda de la canción popular de Kiko Veneno y Buscaglia, un músico extraordinario con una visión tecnológicamente más vanguardista. De la mezcla de los dos sale, cómo no, algo inesperado, un grupo y un repertorio que no se parece al de ninguno de los dos por separado. Son doce canciones frescas, directas, con sonoridad propia, de optimismo contagioso y espíritu libre, repletas de personajes e historias que pasean por nuestra acera y nos quieren devolver a lo más auténtico de nuestro indómito ser.

Paul Shapiro

El saxofonista Paul Shapiro es uno de los pocos que supo integrar el soul orgánico y el R&B con la tradición musical judía, tanto en lo musical como en los textos, de una manera convincente y original. Su cuarto álbum para Tzadik, el sello que dirige el gurú John Zorn, se publica dentro de sus denominadas Radical Jewish Culture Series. Shapiro forma parte de la escena judía de la música experimental neoyoquina. Está respaldado por su grupo de gira, compuesto por el batería Tony Lewis, que ha tocado en cada uno de los álbumes de Shapiro; el guitarrista Marc Ribot, en muchos de los proyectos relacionados con la Masada de Zorn, y el contrabajista Brad Jones. Un disco referencial para acercarse a la escena, siempre tan avanzada, de la música experimental hecha en Nueva York.