IÑIGO GARCÍA ODIAGA
ARQUITECTURA

En ruinas

Los cambios sociales, culturales y económicos configuran un tablero geopolítico en el que la riqueza viene y va, transformando lugares antes inhóspitos en los nuevos destinos deseados de la economía mundial, abriendo nuevos y esperanzadores futuros para algunas ciudades del planeta. Pero esta cara tiene su cruz. La ola que lleva la riqueza a unas regiones lo hace borrando otras del mapa, abriendo un período de escasez u obsolescencia para otras ciudades. Oporto, la urbe que gobernó la desembocadura del Duero y el comercio de vinos, convirtiendo la región en una de las más prosperas de los siglos pasados, era hasta hace poco una ciudad en decadencia.

La decadencia está asociada a un pensamiento negativo, pero, por contra, hay ciudades cuya decadencia y vejez, muestra de un pasado glorioso, sirve como aliciente social a los ciudadanos actuales, aportando, incluso en los momentos más oscuros, esperanzas a los habitantes de esos lugares.

Porto Lazer es la herramienta creada por el Ayuntamiento de Oporto para intentar recuperar el pulso de una ciudad antaño referente y que vivió un declive económico feroz, hasta quedar asfixiada por la pobreza y la miseria. Poco a poco, diversas actividades construyen una vida más dinámica y genuina para sus habitantes, que llenan la urbe equiparando el ritmo de la ciudad del Duero al de las principales capitales europeas.

Uno de los últimos retos dirigidos por Porto Lazer recurre a la arquitectura para provocar a los paseantes de la ciudad una cierta reflexión en la que aunar el pasado histórico de la urbe, retratado en su patrimonio edificado, y la arquitectura contemporánea más vanguardista.

En una de las zonas más representativas de Oporto se levanta “Metamorfose”, una instalación diseñada por el estudio creativo FAHR 021.3, cuyo trabajo se encuentra en los límites de la arquitectura y el arte.

En un área de gran diversidad arquitectónica, en la que es posible reconstruir a través de los edificios el pasado brillante de la ciudad, una estructura de metal pintada de verde llena el vacío de una de las antiguas puertas de entrada de la ciudad. Un gesto que pone en relación, incluso en confrontación, todos los elementos urbanos que componen el entorno de la estación de tren de São Bento, considerada la puerta turística de la ciudad, en la que chocan de forma directa el pasado y el futuro de esta capital portuguesa.

La intervención artística ahonda en esta confrontación transformando un vacío, una ruina urbana, en una provocación. “Metamorfose” ha encontrado su espacio allí donde solo quedaba decadencia, destrucción y abandono. La ruina, que forma parte de la historia de la ciudad, es ahora un lugar de intervención y, ante todo, de imaginación para construir un nuevo futuro. Atrae las miradas de los curiosos y provoca la incomodidad de los inmovilistas. Además, crea un nuevo escenario en Oporto, que, como mínimo, dignifica un espacio antes vacío y convertido por el abandono en un vertedero, transformado ahora en arte urbano. Seis toneladas de acero, con piezas de veintiocho metros de largo, once de altura y cinco metros de profundidad componen esta malla metálica diseñada digitalmente y materializada a través de la imperfecta mano del hombre, mostrando también en su construcción la contradicción entre el pasado artesanal de la ciudad y un futuro tecnológico y digital. Las casi 200 intersecciones entre las diferentes piezas, todas diferentes, obligaron a desarrollar un software capaz de guiar a los artesanos del metal que construyeron en el lugar la malla tridimensional.

En sintonía con la filosofía del equipo creativo, este gesto plástico, que desafía los formalismos y las normas constructivas en el centro de una ciudad como Oporto, pone en evidencia su voluntad de incitar y sorprender al público.

La elección del color, que es el que el software de modelado tridimensional ofrece por defecto, es una declaración de su esencia contemporánea, que refleja además un nuevo enfoque arquitectónico y artístico de uno de los elementos más característicos de Oporto, los espacios vacíos, como motores o áreas de oportunidad para una transformación del ámbito urbano.

FAHR 021.3 centra su mirada en estos enclaves y estudia sus posibilidades de intervención, imaginando un nuevo futuro, introduciendo excepciones en el tejido histórico de la ciudad. De esta manera, la excepción es una provocación y cada vacío, un nuevo reto. La ciudad y las estructuras como “Metamorfose” entablan un diálogo con la esperanza de provocar una reacción urbana.

Las interpretaciones son infinitas, pero el objetivo buscado, sin duda, se ha conseguido. Al fin y al cabo, una ciudad es el escenario en el que las pasiones se desatan; atraer, seducir y conquistar son los objetivos que busca cualquier urbe. La decadencia o las ruinas son solo una muestra de la historia y la gente y la energía son el futuro.