07 MAY. 2015 DE REOJO Falso directo Raimundo Fitero En televisión se conoce como falso directo una manera para asegurarse continuidad y que incluso en situaciones muy comprometidos sirve para poder ejercer la censura, aunque se disfrace de limar deslices o inconveniencias. Puede ir ese desfase horario del falso directo desde una hora o dos o tres, a los diez minutos, o incluso a los dos minutos. Toda retransmisión por TVE de una gala con cómicos tiene un retardo que venden como técnico de unos minutos para así poder borrar las referencias a los ministros de turno. Por ejemplo. El otro mediodía se produjo una de esas cosas que provocan cierta estupefacción. Sucede de manera constante en las galas de fin de año de todas las cadenas en las que vemos en ese aparente directo a los mismos artistas cantando simultáneamente la misma canción en dos o tres canales, pero es más detectar el truco de que un político aparezca, con el rótulo de “en directo”, en dos programas de sendos canales la vez. Y sucedió en “Las mañanas de Cuatro” y en “Al rojo vivo” de La Sexta. Y el político de Esquerra Unida valenciana con el don de la ubicuidad era Ignacio Blanco. Hablando nada menos que de esas grabaciones de un jefe del PP contando billetes. Y no eran falsos. Ya sabemos que quien mentía era Javier Ruiz en Cuatro, muy apurado y angustiado por haber perdido audiencia a montones tras suceder a Jesús Cintora, y como aquí nadie pide perdón, aludió que se trataba de un error en la rotulación. Pues vale. En muchos programas en directo van diciendo la hora sus presentadores para certificar el aquí y ahora. E incluso hay tramos emitidos en directo a los que siguen otros pregrabados que parecen del mismo rango. Pequeños trucos que nos ha reportado una paradoja curiosa más. Y una certidumbre: en televisión, casi todo es falso.