GARA Euskal Herriko egunkaria
BALONMANO | Liga Asobal

Granollers vapulea al Anaitasuna

Los vallesanos salieron lanzados al campo, aprovechando sus aciertos y los errores locales para escaparse por 10 goles en 15 minutos.


ANAITASUNA 22

GRANOLLERS 31


Tampoco a la quinta pudo ser. En las cuatro veces anteriores que Granollers había visitado La Catedral en la Liga Asobal, los navarros solo habían podido sumar un empate, el año pasado. Iñaki Pérez auguraba «un partido precioso» en las vísperas, pero lo cierto es que cualquier atisbo de competición quedó borrado en el primer cuarto de hora, cuando el marcador señalaba un 3-13 que dejaba poco margen a la remontada, y condenaba a Anaitasuna a remar contra corriente para intentar maquillar el resultado final, y eso al menos lo consiguió.

Desde los momentos iniciales la buena dirección de Alvaro Ferrer, su conexión con Figueras en el pivote y los zurdazos del lateral brasileño De Toledo desbordaban a la defensa navarra, que tampoco encontraba esta vez la colaboración de Lorger bajo palos. Enfrente Almeida sí que se mostraba acertado, y entre los goles de un lado y las paradas del otro la ventaja se disparó de forma alarmante.

Con el 3-13 en el marcador, y el equipo local un poco desquiciado volcando su frustración en la pareja arbitral, Iñaki Pérez pidió un tiempo muerto, ordenó una defensa más abierta para incomodar al Granollers, y la medida sirvió para frenar a los vallesanos y propiciar una tímida recuperación en el marcador, aunque la ventaja seguía siendo considerable al descanso (13-20)

El cambio en la portería y la entrada de Sergey Hernández por un desangelado Lorger proporcionaba además alguna alegría, como los dos penaltis que le paraba al especialista catalán Solé para apoyar la reacción.

Tras el descanso Anaitasuna regresaba con la intención de ir a pelear por cada balón, tratando de imprimir un ritmo más vivo al partido, pero seguía sin acertar cara al gol, a los pocos minutos la ventaja volvía a situarse en nueve goles rápidamente (15-29), con varias paradas de Almeida y algunos postes que daban al traste con la remontada, y el partido entraba en una dinámica de intercambio de goles, con Granollers gestionando su renta y Anaitasuna tratando de que no creciera.