«El juicio es un montaje policial organizado para acallar las voces de los jóvenes»

Markel Sáenz de Ugarte (Gasteiz, 1989) se sienta hoy en el banquillo de los acusados junto con otros cinco jóvenes por participar en una sentada que tuvo lugar el 3 de marzo de 2012, hace más de tres años. Este joven fue identificado en el Hospital de Santiago, a donde fue con un amigo que había resultado herido en la carga de la Ertzaintza. Afirma que el proceso judicial se basa en un «montaje policial».

Está imputado por una sentada que tuvo lugar el 3 de marzo de 2012, ¿qué ocurrió?

Se convocó una manifestación para recordar a los obreros asesinados, y se planteó una sentada enfrente de la Subdelegación del Gobierno español, ya que las personas que estaban detrás de lo ocurrido el 3 de marzo de 1976 eran personas relacionadas con el PP. Al término de la marcha nos dirigimos a la calle Olaguíbel y nos sentamos allí. Luego se acerco la Ertzaintza. En un primer momento no hicieron nada, lo agentes estaban quietos delante nuestro. Y, en un momento determinado, se acercaron cogieron a las personas que estaban en las primeras filas y comenzaron a cargar.

¿Cómo reaccionó a la actuación policial?

Estaba en la sentada, y cuando vi que empezaron a cargar salí hacia atrás. Vi a un amigo que tenía un golpe en la cabeza y otro en el brazo. Estaba sangrando y decidimos acompañarle al Hospital de Santiago. Sabíamos que podía aparecer la Ertzaintza por el hospital, pero decidimos ir. No habíamos hecho nada malo y un amigo estaba herido. Cuando llegamos a Urgencias vimos que había bastantes personas, heridas en la carga, entre ellas una chica a la que le reventaron el dedo y tuvo que ser operada. Mientras esperábamos aparecieron unos policías de paisano y luego llegaron los uniformados. Identificaron a todos los que estaban en la sala de espera, pero dijeron que les iban a imputar atentado a la autoridad a dos personas, y a uno se lo llevaron a comisaría sin ninguna razón aparente. A nosotros, que estábamos fuera de la sala, nos dijeron que nos iban a identificar y que también nos iban a imputar «atentado a la autoridad». El trato no fue bueno, llegaron a decir que «si tuviera un palo te abría la cabeza en dos como un melón», y algún que otro comentario por el estilo. Y las enfermeras sacaron un comunicado criticando la actuación de la Ertzaintza.

Hoy lunes comienza el juicio, tres años y ocho meses después de aquellos hechos.

Sí, así es. En 2012 nos identificaron. Declaramos ese mismo año y hemos estado esperando. No esperábamos que nos fuera a llegar nada, pero hace seis meses nos llamó el abogado. Yo pensaba que se iba a archivar la causa, que no iba a seguir porque no tenía ni pies ni cabeza.

¿Cuál es la petición que hace la Fiscalía?

Estamos imputados seis personas y, en total, nos piden 6.000 euros de multa. Y a los cuatro que identificaron en el hospital nos piden siete años de cárcel. En mi caso, piden una pena de dos años y medio de prisión y una multa por lesiones de 1.905 euros.

¿Existen pruebas que respalden la imputación?

La declaración de los agentes es la única prueba contra las cuatro personas que fuimos identificadas en Santiago. Los otros dos imputados fueron detenidos en la sentada. A nosotros nos identificaron policías diferentes a los que supuestamente nos habían visto en la sentada, que declararon que nosotros les habíamos agredido. Dicen que yo le pegue una patada a un ertzaina en la sentada.

¿Cómo afronta el juicio?

En el juicio no tenemos que contar ninguna mentira. Es un montaje policial, es un montaje organizado para acallar las voces de los jóvenes, que en ese momento nos estabamos levantando ante el Estado y ante la reforma laboral. Tenemos esperanzas porque no tienen más pruebas que la declaración policial, pero sabemos que muchas veces vale más la declaración de un policía que cualquier otra prueba. Nosotros tenemos testigos y un par de videos.

¿Habrá movilizaciones para denunciar este proceso?

Se está trabajando desde Arabako Gazteok Altxa, y desde Gasteizko Harresia. Este lunes (hoy) tendrá lugar una manifestación partiendo desde la Virgen Blanca. Es un lugar simbólico por el muro popular que se construyó en mayo. En la marcha denunciaremos el montaje policial.