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Pelota

¿Quién es capaz de domar un huracán?

Iker Irribarria será el rival de Urrutikoetxea en la final del Manomanista tras otraexhibición ante un Bengoetxea «anulado» por el brutal golpe del de Arama.


BENGOETXEA VI 10

IRRIBARRIA 22

 

Un huracán es el más severo de los fenómenos meteorológicos, que toma este nombre cuando los vientos de una tormenta tropical exceden los 118 km/h. Cuando estos ciclones, formados en medio del océano, alcanzan tierra firme, sus consecuencias suelen ser devastadoras y poco o nada se puede hacer para detenerlos. Algo parecido ha sucedido en el mundo de la pelota en el último mes y, como es costumbre poner nombre a estos elementos –paradójicamente en este caso casi siempre son femeninos–, no hay duda que este se llama Iker Irribarria.

Si había voces que reclamaban algo de aire fresco para la pelota, la galerna se ha desatado cual tormenta veraniega en tarde bochornosa y, con apenas 19 años, el delantero de Arama está en disposición de superar el récord de Rubén Beloki que, con 20 años, en 1995, le arrebató la marca a un ciclón, José Mari Palacios, Ogeta.

Además, como daño colateral, deja una final sin un pelotari de Nafarroa, una situación que no se producía desde 1977, cuando Iñaki Gorostiza y Roberto García Ariño, dos pelotaris de Atxondo, se jugaron la txapela en una final disputada en el Atano III, con victoria del primero.

La de este año no tiene sede todavía, pero existe un interés firme de Gasteiz para hacerse con el partido, aunque Bilbo –¿con esa altura dónde puede poner la pelota el de Arama?– suena como una posibilidad más que probable. Se juegue donde se juegue, el impasible Urrutikoetxea –que ayer tenía previsto seguir la final desde el sofá de casa– tiene motivos más que fundados para estar inquieto, porque ¿quién es capaz de domar un huracán?

Los intentos de Oinatz

Fiel a su espíritu luchador e indomable, Oinatz Bengoetxea lo intentó infructuosamente ayer en un Astelena que vistió sus mejores galas y de donde los pelotazales salieron con una sonrisa en la boca, conscientes de haber asistido a algo extraordinario y, hasta ahora, irrepetible.

El de Leitza era consciente de que enfrentarse a un Irribarria desbocado a pecho descubierto era una especie de suicidio, y ya desde casa trajo una estrategia que pareció funcionar por algún momento, pero que terminó resultando estéril ante la pegada del joven de Arama.

Así, después de que la chapa del juez le diera el primer saque, el de Asegarce comenzó su plan sacando desde el txoko. Sorprendió el de Leitza en esta primera vez, pero en cuanto el goierritarra fue capaz de conectar un sotamano, el partido cambió de dirección bruscamente.

Con una pelota que Bengoetxea consideró excesiva, pero también es cierto que cruzó algunos de los pelotazos más espectaculares con el material del propio Oinatz, el de Arama se escapó 3-9 y los nombres del propio Beloki o Mikel Goñi estaban en boca de los pelotazales a la hora de tratar de comparar el golpe de Irribarria con los mayores pegadores de la historia.

No obstante, Oinatz Bengoetxea no estaba por la labor de vender barata su derrota y tuvo un momento en el que lo cazó en las redes. Alternando los saques, del txoko al ancho y evitando en todo momento que pudiera conectar el aire, el de Leitza desconcertó al de Arama, hasta el punto de hacerle pedir un descanso cuando no le correspondía, tras recibir el 7-9 de un saque directo. Llegó incluso a hacerle sentir que le faltara el aire cuando se puso 10-9 por delante en el marcador, sin embargo, tras un tanto el que Iker Irribarria incluso demostró mejoras en defensa al llevar del ancho un dos paredes, Irribarria recuperó el saque y se fue directo al cartón 22 –la suerte también le fue afable en un par de jugadas polémicas–, con los pelotazales recurriendo a palistas como Joxe Mari Iturzaeta o Pablo Fusto para sus símiles ante la velocidad y la potencia de los pelotazos con los que Irribarria terminó con la resistencia de un Oinatz Bengoetxea que se sintió «anulado» por el guipuzcoano.

En una trayectoria que también recuerda a la de Irujo, por el impacto que tuvo en su primer Manomanista, Irribarria ya ha revolucionado la pelota y Aspe tratará de sacarle provecho. Por el momento, tras comprobar que terminó sin problemas de manos, lo ha programado mañana en Bergara, junto a Rezusta, ante Ezkurdia-Zabaleta. Pura potencia en el Municipal.