26 MAY. 2016 UN RINCONCITO DE GALICIA SOBRE EL CÉSPED DE ANOETA Aunque Donostia sea un punto neurálgico para la gastronomía sus ciudadanos no le hacen ascos a lo que traen de fuera. Así, año tras año, la Fiesta del Marisco tiene cada vez más asistentes. Galicia comparte con los vascos mar y gusto por la comida. Nagore BELASTEGI En el País Vasco gira todo en torno a una mesa. Los vascos, igual que los gallegos, se dejan pasta en la comida. Les gusta comer muy bien», explicó Manuel Gómez, el coordinador de la feria MarisGalicia que abrirá sus puertas a partir de mañana y hasta el 12 de junio en el estadio de Anoeta de Donostia. Esta ciudad, por su gusto por la gastronomía, la tomaron como «un examen». «Pensábamos que iba a ser un público muy exigente, y así es. Vinimos a probar a ver si nuestro formato de cocina podría gustar a un donostiarra y la verdad es que cada año vamos a más. Tienen un paladar muy exquisito, por lo que se demandan más bogavantes, más percebes, más cigalas que en otras ciudades», aseguró. MarisGalicia ofrece eventos en todo el Estado español desde 2009 con la intención de que todo tipo de público pueda comer marisco de calidad y a buen precio. Este año ya han pasado por Iruñea y Bilbo, y llegan ahora a Donostia por cuarta vez, a una ciudad costera que responde como tal. «Cuando empezamos me solían decir que cómo íbamos a ir a zonas de costa si la gente ya tiene marisco. Es verdad que la gente de costa está más acostumbrada a comerlo, pero por eso precisamente sabe comerlo mejor», comentó el coordinador sentado en las gradas de Anoeta mientras los operarios terminaban de montar la carpa. Esta acogerá a más de 100.000 personas en los 17 días que durará el evento. La carpa puede albergar a 700 personas cada vez y preven que en los días más fuertes acudan unas 9.000. La instalación está situada en la zona de la portería y la pista de atletismo, por lo que la “terraza” que montarán junto al corner del campo dará la oportunidad a los asistentes de comer marisco junto al césped. Marisco fresco cada día Tienen dos menús, pero además la gente puede pedir las raciones que quiera sin necesidad de elegir un menú. Cuentan con mariscos de todo tipo, pulpo, arroz de marisco, empanadas, pan gallego y postres típicos. En el bar disponen de numerosos vinos blancos de Denominación de Origen Galicia y Albariño, así como un tinto para satisfacer todos los gustos, y también cerveza. La forma de ofrecer servicio es especial. Los asistentes reciben una hoja de pedido y hacen un recorrido por la feria para ver como son las raciones y sus precios. Apuntan en sus hojas qué es lo que quieren y al pasar por caja se les da un ticket para cada cosa. «Después la gente lo va cogiendo al ritmo que quiera. Hay veces que lo quieren coger todo de golpe, pero nosotros aconsejamos que se tomen su tiempo para disfrutar de cada plato porque si las cosas calientes se enfrían no saben igual», comentó Gómez, que de esto entiende bastante... Su familia se dedica al marisco «desde siempre». Su abuela y bisabuela trabajaron en el mercado de Pontevedra vendiendo pescado, y su padre y su abuelo tenían bateas, que todavía conservan. Después empezaron con las ferias y, dado que tienen «un poder de compra importante», cuentan hasta con buzos que buscan navajas para ellos. De esa forma consiguen seleccionar el producto y tener un buen precio. «Un bogavante bueno lo vas a comer en cualquier restaurante donostiarra seguro, pero a este precio no», subrayó. El género lo compran en la lonja por la mañana, lo cargan en los camiones por la tarde y llega a la mañana siguiente, por lo que traen marisco fresco cada día en base a cómo van las ventas. Aunque hablemos de una feria del marisco, en realidad lo que habrá bajo la carpa de Anoeta es «un rinconcito de Galicia» donde su gastronomía será la protagonista. También habrá bailes regionales, de la mano de los grupos gallegos de Euskal Herria los fines de semana, y una queimada con espectáculo los viernes y sábados por la noche.