25 ENE. 2017 Sus propias leyes Koldo CAMPOS Escritor Alguien dijo una vez que la grandeza moral de un Estado se mide por la forma en que trata a sus presos. Si nos atenemos al modo en que el Estado español trata a los presos y presas vascas, el Estado español es inmoral, y el caso de la presa política vasca Sara Majarenas es uno de los que mejor resume la indecente inmoralidad del Estado español. A los 13 años de cárcel a los que fue condenada por la justicia española y de los que ya ha cumplido 12, el Estado español agregó la condena a la dispersión, tanto de Sara como de su entorno familiar. Hace tres años fue confinada en una cárcel de Valencia donde nació Izar, su hija, y con la que compartía su celda. Días atrás la niña fue acuchillada por su padre biológico con quien pasaba los fines de semana. Su intención era vengarse de su exmujer. Desde diversos espacios se han argumentado razones humanitarias para liberar a Sara, se han esgrimido los derechos de la niña en estado grave, se ha apelado hasta a la sensatez... pero no sería necesario llegar tan lejos. Para que Sara Majarenas estuviera en su casa, en el País Vasco, cuidando de su hija bastaría, simplemente, con que el Estado español cumpliera las leyes, sus propias leyes. Y ni a su propia legalidad se avienen los inmorales. (Euskal presoak - Euskal Herrira)