18 DIC. 2017 «The end», medio siglo de luces negras bajo el manto de Black Sabbath En 1968 Tony Iommi (guitarra), Ozzy Osbourne (voz), Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería) creaban Black Sabbath, uno de los grupos más influyentes de la historia del rock y creadores de un estilo que dio pie al stoner y al doom metal. A un año de cumplir el medio siglo de oscura y luminosa existencia, la banda se despedía de las largas giras en su ciudad, Birmingham, el pasado 4 de febrero. Deuvedé, cedé y vinilo recogen el histórico día en «The end». Pablo CABEZA BILBO Los cinco primeros álbumes de Black Sabbath, del 70 al 73, forjaron el sonido denso y grave de la banda de la industrial Birmingham. La misma ciudad en la que Tony Iommi perdía en un taller una pequeña parte de uno de los dedos de su mano derecha. Tal circunstancia le obliga a utilizar una especie de “dedal” para poder tocar adecuadamente. No obstante, la pequeña pérdida la obliga a bajar afinaciones para poder tocar con mayor soltura, lo que envuelve el sonido en un tono oscuro que pasa a ser parte vital del color musical del grupo y de su estética. Negro que perdura en su despedida del pasado 4 de febrero en Birmingham ante 16.000 seguidores. Concierto que queda registrado y que se publica en diferentes formatos, que van desde el Blue Ray al cedé o el vinilo. El formato más común y asequible es el emparejado por un deuvedé y un cedé titulado “The angelic sessions”, de viente minutos, más libreto. Además: Blu-ray + cedé, doble cedé, vinilo triple de 180 g. y una edición limitada de lujo. La calidad de grabación es espléndida, con seis cámaras al menos siguiendo los pasos del grupo, en esta ocasión formados por Tony Iommy, 68 años, Ozzy Osborne, 67, y Geezer Butler, 67. Falta de los originales Will Bard, que renunció al regreso (ya en la gira de 2011) por considerar que no se le estaba tratando justamente por el lado económico y con toda la dignidad del mundo rechazó la posibilidad de embolsarse unos cuantos millones. Su lugar lo ocupa en la grabación un buen batería, el estadounidense Tommy Clufetos, conocido por haber formado parte de la gira Black Sabbath Reunion Tour, y la gira del álbum “13” (que también graba). Anteriormente tocó para artistas como Ted Nugent, Alice Cooper y el propio Ozzy Osborne. Es el único que no viste de negro. En algunas canciones también se cuenta con las teclas de Adam Wakeman, si el apellido resulta familiar, no faltan razones, pues es el hijo del admirado Rick Wakeman, quien cuenta tanto con discografía al lado de su padre como en solitario y diversas colaboraciones. “The end” no significa el fin de Black Sabbath, de hecho Iommi aclaraba tras el concierto que cabía la posibilidad de reuniones puntuales y algún disco, pero no giras mundiales. El brillante y original guitarrista fue diagnosticado de cáncer de linfoma en 2012, desde entonces se encuentra en tratamiento, por lo que su salud o energía fluctúa. Iommi ha decidido que no está para giras mundiales como la que acaba de pasar, pero sí para hechos puntuales. Mientras tanto, su compañero Ozzy Osbourne dice que él no para y de hecho se encuentra grabando disco en solitario. Tiene mérito lo de Ozzy, pero lo cierto es que aun manteniendo su timbre vocal, lleva perdiendo rango desde hace bastantes años. En el video, y con la canción final, “Paranoid”, con el público loco y confetis por todos los lados, se ve que no llega. Pero los Black siguen siendo mucho Sabbath.