En mínimos desde marzo

El Ibex recibió ayer otro varapalo, que le llevó hasta mínimos desde marzo y abre una interrogación grande sobre su inmediato futuro. El desplome se extendía al resto de las bolsas mundiales, golpeadas por la subida de la rentabilidad de la deuda -en Estados Unidos el bono a diez años roza máximos de cuatro años- y el miedo a un aumento acelerado de las presiones inflacionistas. Este último factor obligaría a la Fed a responder con un incremento del ritmo en la normalización monetaria. Los analistas ven probable que se suban los tipos de interés hasta cuatro veces este año, a partir del 1,25% actual. El dato de peticiones semanales de subsidio de desempleo conocido ayer, el mejor en 45 años al bajar hasta 211.000, se convertía en otro argumento para respaldar esa previsión.

Las bolsas europeas no encontraron consuelo en la caída del euro, que descendía hacia el entorno de los 1,22 dólares. El petróleo, por su parte, se distancia cada vez más de los 70 dólares de hace dos semanas, penalizado por el aumento de inventarios en Estados Unidos. Ayer bajaba por quinto día consecutivo hasta perder los 65 dólares.

El Ibex finalizó con 9.756,30 puntos, tras hundirse un 2,21%. En el año pierde un 2,86%. En el resto de plazas europeas también hubo recortes notables. Fráncfort se dejaba un 2,62%, París, un 1,98%, y Londres, un 1,49%. En Wall Street, hora y media después del cierre en Europa todos los índices principales se despeñaban más de un 2%.

En la jornada de ayer, los más castigados fueron ArcelorMittal (-4,15%) y ACS (-4,04%). Entre los grandes, Repsol bajó un 3,34%, Telefónica, un 2,90%, Santander, un 3,34%, Inditex, un 2,21%, Iberdrola, un 1,74%, y BBVA, un 1,33%. Solo Endesa (+0,53%) mejoró la cotización.