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Hallan restos de arte mueble y parietal en la cueva de Agarre

El arqueólogo Álvaro Arrizabalaga y el grupo Antxieta han hallado en la cueva mendarotarra de Agarre restos de arte mueble y parietal correspondiente al Paleolítico. Se trata de un colgante grabado, una punta de lanza y varios trazos de representaciones animales.


El hallazgo se produjo el pasado mes de marzo, de forma casual, cuando el aqueólogo Álvaro Arrizabalaga y su equipo, junto a miembros del grupo Antxieta se encontraban realizando trabajos de preparación en la cueva de Agarre (Mendaro) para una próxima investigación. Esta fue descubierta en 1966 por P. Rodríguez Ondarra y J.M. Apellaniz y en la actualidad Arrizabalaga se disponía a realizar una investigación más profunda. «La cueva es bastante grande y tiene dos galerías a ambos lados. En el lado derecho encontramos trazos de pintura rupestre y en el izquierdo, el colgante», explicaba ayer en rueda de prensa el arqueólogo.

«Al pasar por una de las paredes vimos unos puntitos», continuó la también arqueóloga Blanca Ochoa. «Son difíciles de observar, por eso ha sido difícil descubrirlo hasta la fecha. Solo hemos hecho una visita preliminar, pero probablemente se trata de un animal. Aun así, no podemos asegurar nada porque no hemos tenido tiempo para examinarlo».

Esos puntos a los que hizo referencia tienen el tamaño de un dedo y fueron realizados con pigmento rojo. «Se manchaban el dedo y lo aplicaban en la pared, y hacían el dibujo a través de puntos. Esta técnica indica que probablemente el dibujo tenga una antigüedad superior a los 22.000 años». Ochoa mencionó otros ejemplos de arte parietal en Euskal Herria, como es el caso de Danbolinzulo, en Zestoa, donde fue hallada la figura de un ciervo realizada con la misma técnica, y el de Askondo, en Mañaria, donde se dibujó la cabeza de un caballo. «Esta técnica no era empleada solo para respresentaciones figurativas, si no también para signos. Fue una técnica muy utilizada en el Paleolítico Superior», añadió.

Colgante

En otra galería de la cueva fueron hallados una azagaya de 4 centímetros –«por su envergadura es seguramente una punta de lanza»– y un colgante. La primera es una pieza que está adornada y, según Arrizabalaga, podría ser del Magdaleniense Superior. El colgante está grabado sobre asta de cérvido y en el mismo se representa una cabra montesa en visión frontal. «Se marcan muy bien los cuernos, las orejas y la forma de la cabeza con trazos en forma de V». Es un marcador cultural del Magdaleniense Superior y es escasa la representación en visión frontal durante el Paleolítico Superior.

Según explicó Arrizabalaga, existe solo otro caso similar en el mundo y se halló en Euskal Herria. Concretamente, en Urdazubi, en la cueva de Berroberria, también fue hallado un colgante en el que se representaba el mismo tema. «Cada uno de estos hallazgos es excepcional. Deberíamos hacer una fiesta cada vez que encontramos algo así», señaló en tono bromista. Podría decirse que las pinturas tienen una antigüedad superior a los 22.000 años y el colgante cerca de 14.000.

El arqueólogo enfatizó en que este hallazgo en la cueva de Agarre de Mendaro se suma a una red de cuevas con arte parietal que han sido encontradas en los últimos años en Gipuzkoa. Puso algunos ejemplos: Altxerri (Aia), Ekain (Zestoa), Praileaitz (Deba), Danbolinzulo (Zestoa), Erlaitz (Deba-Zestoa), Arbil V (Lastur), Agerre (Mendaro)... «Estas cuevas –según dijo suman un total de trece– nos están indicando un corredor que marca cuál era la movilidad que tenían los cazadores y recolectores que habitaban en Gipuzkoa durante el Paleolítico Superior para dirigirse hacia Bizkaia o hacia el valle del Ebro. Algunos la califican como la autopista prehistórica», explicó.

Según Blanca Ochoa, en otros lugares de la cornisa cantábrica se realizaron numerosas investigaciones en los años 70 y se produjeron numerosos hallazgos. En Euskal Herria «hasta hace diez años apenas se conocían cuevas con arte parietal y ahora nos estamos poniendo al nivel de otros territorios».