29 MAR. 2019 Entrevista PERNILLE FISCHER CHRISTENSEN DIRECTORA Y GUIONISTA «Conociendo a Astrid se plantea esa gran pregunta que es cómo queremos vivir nuestras vidas» En el biopic sobre la escritora sueca Astrid Lindgren, «Conociendo a Astrid», la realizadora danesa explora una fase determinante de la vida de la creadora de «Pippi Calzaslargas». Una tarea no exenta de cierto arrojo al tratarse de una figura tan icónica. Janina PÉREZ ARIAS ZURICH En los billetes de 20 Coronas sonríe Astrid Lindgren. Considerada como el corazón de la cultura sueca, la creadora de “Pippi Calzaslargas”, “Emil”, “Ronja”, “Los niños de Bullerbyn” y “Los hermanos Corazón de León”, entre muchas otras historias, conquistó (y sigue conquistando) los corazones de los niños. Con el peso que otorgan los años, su activismo en varias causas, su fama y su obra, Lindgren (1907-2002) se convirtió en un referente de la sociedad sueca, al punto de ser consultada en asuntos de Estado y de recibir por parte del Gobierno como regalo de cumpleaños una ley de protección de animales en 1988. No es fácil tomar a esta figura icónica como objeto de investigación para volcar en una película una fase significativa en la vida de Astrid Lindgren. La directora danesa Pernille Fischer Christensen –“Enjabonado” (2006), “Una familia” (2010), “Alguien a quien amar” (2014)– se atrevió y el resultado es el extraordinario largometraje “Conociendo a Astrid”. Protagonizada por Alba August, Fischer Christensen se centra en la época de juventud de Lindgren, específicamente cuando a los 17 años y después de concluir la escuela entra como practicante en el diario local, se enamora del jefe de redacción Reinhold Blomberg, 30 años mayor, separado y con hijos, y se queda embarazada. Corrían los años 20 del siglo pasado, las convenciones de la época hicieron que la joven Astrid dejase atrás su entorno, para pasar su embarazo secretamente en Estocolmo, dar a luz en Dinamarca y separarse de su hijo durante tres años. Esa separación marcaría a la futura escritora en todos los sentidos. Sobre si Astrid Lindgren reveló relativamente tarde esta etapa de su vida, Pernille Fischer Christensen, seguidora confesa de la escritora, no duda en responder en el Festival de Zúrich, «no lo creo, creo que varias personas ya lo sabían». ¿Cómo se tomaron los suecos que una danesa hiciera un filme de uno de sus ídolos? (se ríe) Es casi una tradición en Suecia que los daneses hagan películas sobre temas suecos. Hay muchos ejemplos, la película sobre (el tenista sueco) Björn Borg (“Borg McEnroe. La película”, 2017) es de un danés (Janus Metz Pedersen) o Bille August que hizo una sobre la familia de (Ingmar) Bergman (“Las mejores intenciones”, miniserie de 1991 y largometraje de 1992). Astrid ha llegado a colocarse como número uno en taquilla en Suecia, ese hecho dice mucho (se ríe). Su película revela aspectos poco conocidos de Astrid Lindgren, ¿siente que es también la historia de muchas mujeres? No abundan los relatos reales sobre vidas de mujeres, de cómo ha sido su desarrollo a lo largo de la historia de la humanidad, y eso tiene razones históricas, ha sido mucho lo que se le prohibió a las mujeres. Además, la sexualidad femenina siempre ha estado ligada a la vergüenza. En “Conociendo a Astrid” se reflejan todos estos aspectos, y para dejar que sean casos velados, hay que hablar de ellos. Si tienes a un 90% de hombres que son quienes cuentan las historias en el cine, por supuesto que no van a optar por narrar los abortos ilegales o qué pasa cuando una mujer se ve en la necesidad de entregar a su hijo. ¿Cómo fue el trabajo de la recopilación de material y testimonios para la construcción de la historia cinematográfica? Este es mi primer biopic, desde la concepción de la idea me tomó seis años su total realización. Leí absolutamente todo sobre Astrid Lindgren, las entrevistas que dio, sus libros, cartas personales, todas las publicaciones donde se le menciona, vi documentales y vídeos… Eché mano de una gran cantidad de material, de manera que el guion (coescrito con Kim Fupz Aakeson) no está basado en una biografía en particular sino en nuestras investigaciones y en conversaciones con gente muy cercana a ella. Con los datos que pudieron ser verdad pero que no puedes corroborar, lo mejor es narrarlos como los ves. En el caso concreto de Blomberg, su relación duró dos años, tenemos las correspondencias que lo confirman, pero no sabemos qué pasó en realidad, si fue seducción o no, ni por parte de quién. Existen testimonios de Astrid que constatan que era consciente de su sexualidad y en los que expresa lo difícil que fue para ella abandonar su infancia para convertirse en una mujer. ¿Seleccionar lo que quiere narrar en un biopic es una manera de involucrarse personalmente? Creo que eso sucede con todos los biopics o cuando haces un documental. Mi historia personal está conectada con la de Astrid, además para mí ha sido una de las artistas más importante en mi vida, que me marcó profundamente, que me enseñó a través de sus historias el significado de la vida, de la muerte, el amor hacia la naturaleza. ¿Por qué decidió incluir algunas de las cartas que los niños enviaron a Astrid Lindgren? El significado de Astrid Lindgren en Suecia no tiene nada que ver con los millones de libros vendidos sino con un profundo sentimiento, y el efecto fue que a lo largo de su carrera recibió muchísimas cartas de niños, las cuales trató de responder en gran número. Sin duda sentó precedentes de ventas, pero sobre todo dejó una impronta en todas las personas que leyeron sus libros, y eso fue lo que la hizo grande. Por eso en la película quise reflejar esa gran influencia en los lectores. ¿Sigue siendo un tema de debate el hecho de que en el pasado miles de mujeres en Suecia tuvieran que ir a Dinamarca a dar a luz y en muchos casos se vieran en la necesidad dar en adopción o de dejar a sus hijos al cuidado de familias en ese país? Yo no sabía de esos casos. La idea de hacer una película sobre Astrid Lindgren surgió cuando vi en un periódico danés la reseña de un libro de fotos sobre su vida, el artículo estaba ilustrado con una foto de Astrid y su hijo Lasse en Copenhague, cosa que me extrañó y comencé a indagar. A través de mis investigaciones me enteré de que muchas mujeres habían sido encarceladas porque se practicaron abortos ilegales, otras murieron al intentar abortar, era común hallar cadáveres de recién nacidos en los canales de Copenhague. Fue entonces cuando se decretó que las embarazadas podían dar a luz en el Rigshospitale conservando el anonimato y sin verse en la necesidad de revelar el nombre del padre. El propósito era salvar tanto a la madre como al niño, y fue una medida humanitaria que benefició a las danesas pero también a las suecas. Dinamarca siempre ha sido un país bastante liberal, de hecho fue uno de los primeros países que legalizó el matrimonio gay, y creo que tiene que ver mucho con la historia de la religión que es muy diferente a la de Suecia. Y es que la vergüenza sigue teniendo una carga significativa en la cultura sueca. No quiero decir que en Dinamarca no exista la vergüenza, se asume de otra forma, pero tampoco quiero afirmar que sea mejor o peor. ¿Cuáles son los aspectos de Astrid Lindgren que considera deben tomar las mujeres para su propio empoderamiento? Puedo hablar de mí misma. A veces pienso que no soy lo suficientemente valiente, y en determinadas situaciones desearía o hubiera deseado reaccionar de otra forma. Pienso que las mujeres aún tenemos ciertos ideales de cómo deberíamos ser y por los que deberíamos luchar. En ese sentido creo que Astrid y su personaje Pippi son modelos a seguir. Por otra parte también creo que deberíamos ser más abiertas hacia otras mujeres. Cuando estaba buscando financiación escuché de boca de productores, vendedores internacionales y distribuidores que al tratarse de una chica de 17 años no era una gran historia con salida comercial. Aunque “El renacido” (Alejandro González Iñárritu, 2015) no es exactamente lo mismo, también está centrada en un personaje; lo que me hizo llorar en esa película es exactamente lo que me conmueve de “Conociendo a Astrid”, pero como se trata de una mujer, es catalogada como una “historia pequeña”. Quiero que cambie esa apreciación, como también quiero que nos atrevamos más a contar este tipo de historias. Por lo que narra, tuvo que pelear mucho para hacer realidad este proyecto. ¡Oh, sí! Pero todas las películas conllevan una gran batalla. Una de las cosas que más me satisface del resultado es que le ha gustado al público masculino; se me han acercado a decirme que hacía mucho tiempo que no lloraban en un filme o que les conmovió mucho. También cala en los hombres porque esta historia va más allá del género, ya que en “Conociendo a Astrid” se plantea esa gran pregunta que es cómo queremos vivir nuestras vidas. Muchas mujeres fueron encarceladas porque se practicaron abortos ilegales, otras murieron al intentar abortar, era común hallar cadáveres de recién nacidos en los canales de Copenhague. Pienso que las mujeres aún tenemos ciertos ideales de cómo deberíamos ser y por los que deberíamos luchar. En ese sentido creo que Astrid y su personaje Pippi son modelos a seguir.