«No veo acertado que planes de este Gobierno aten al siguiente»

Idoia Mendia (Bilbo, 1965) está en las últimas semanas haciendo constantes llamamientos al diálogo entre todos los partidos, en un momento en el que el futuro se ve muy negro y hay que ofrecer certezas a la ciudadanía vasca.

Idoia Mendia y su marido, Alfonso Gil, son quienes «oficialmente» han padecido el Covid-19 en su familia, aunque la secretaria general del PSE supone que sus dos hijos, con los que conviven, también la habrán pasado asintomáticos. Ella padeció un proceso largo, con una semana de fiebre baja y otra en la que por las tardes ya se notaba peor. Cuando empezó a sentir problemas al coger aire, fue a urgencias y detectaron una neumonía bilateral incipiente. Le pusieron el tratamiento experimental, para el que dio su consentimiento, y resultó bien. Se deshace en elogios para todo el personal sanitario, desde médicos a personal de limpieza, y se acuerda en especial de los camilleros que «sudaban tinta china» porque sobre su ropa de trabajo llevaban las fundas de plástico, las gafas, las mascarillas y son los que más se mueven,

¿Y la dirección de Salud ha funcionado igual de bien?

La Sanidad vasca ha respondido al reto que tenía. Ahora mismo es pronto para analizar si se ha hecho bien o mal, cuáles son las debilidades y fortalezas del sistema. Pero nuestra obligación será analizarlo, porque estas pandemias, que nos las habían anunciado y no nos habíamos preparado casi ningún país del mundo, &bs;volverán. Hay que hacer un análisis y ver qué protocolos han funcionado y cuáles no. Y dónde invertir.

¿Y en lo político, ha funcionado el Gobierno de Lakua?

Se pusieron muy pronto en marcha las reuniones en las que están la consejera y el viceconsejero para informar a los grupos políticos. Eso es adecuado y suficiente para dar información. Por parte del PSE, eso me parece adecuado.

¿Para qué sería la mesa de partidos de la que habló?

Hablé no tanto de una mesa de partidos como de que en Euskadi estamos en un momento político extraño en el que se tuvieron que suspender las elecciones. Estamos con un Parlamento muy jibarizado, porque solo tenemos la Diputación Permanente para canalizar iniciativas y hacer el control del Gobierno. En ese sentido yo soy de la opinión de que ante unas futuras elecciones, en las que no sabemos qué parlamento va a salir, qué mayorías van a salir, qué Gobierno vamos a tener, no veo acertado atar de pies y manos al futuro Ejecutivo y al Parlamento que vayan a salir de los comicios con acuerdos hechos ahora. Creo que hay que compartir prioridades, preocupaciones y soluciones de las que están tomando los ejecutivos como el Gobierno vasco. Hay que reordenar un presupuesto que fue diseñado para un momento en el que la economía iba bien y el empleo estaba subiendo. Se nos ha caído todo eso. Tenemos que ver cómo, desde nuestra competencia institucional, en este 2020 podemos complementar todas las medidas que el Gobierno de España está poniendo en marcha. Yo creo que es bueno compartirlo y hablarlo con los líderes de los partidos vascos. Porque en la ronda que yo hice la semana pasada para hablar de las iniciativas de la Diputación Permanente, vi que todos tenemos preocupaciones parecidas e ideas, y a mi no me sobra ninguna idea ni ninguna propuesta.

¿Cómo encaja esa idea con el mando único de Madrid?

Tiene que ser compatible. La decisión de declarar el estado de alarma fue muy acertada, porque permitió al Gobierno de España hacer el confinamiento que ha permitido doblar la curva de la epidemia y dar aire al sistema sanitario. Hay diálogo entre el Gobierno de España y los de las comunidades a través de las reuniones sectoriales. Y en la fase de desescalada en la que entramos tiene que ser compartida entre el Gobierno de España y los de las comunidades, porque además la situación de la pandemia es diferente entre cada una. E incluso aquí hay diferencias entre territorios y entre comarcas, y quienes mejor lo conocemos somos los de aquí. Me consta que en el Gobierno de España están trabajando en ello.

¿Urkullu pide a Sánchez que comparta las decisiones y luego le acusan a él de no hacerlo?

El modelo que ha puesto en marcha Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados podría hacerse también aquí de otra manera. Si yo liderase el Gobierno Vasco llamaría a los partidos vascos para compartir con ellos las prioridades que tenemos que tener y los problemas que tenemos. Al final todos estamos en los diferente niveles institucionales y todos vamos a tener que enfrentarnos, por ejemplo, a la brutal caída de recursos. Hay que conseguir que nadie se nos quede tirado y para eso son necesarias coordinación y diálogo.

¿En esta crisis, dirigentes del PSE han criticado a miembros del Gobierno Vasco e incluso han hablado de deslealtad?

Somos dos partidos diferentes y ese es el valor del acuerdo que firmamos. Y ahora tenemos el compromiso compartido de luchar contra esta pandemia. Lo que se trasladó desde el PSE es que algunos consejeros habían hecho declaraciones que luego el tiempo ha desmontado: ni el decreto de alarma es un 155, ni el decreto de la hibernación de la actividad económica, por el que Arantxa Tapia puso el grito en el cielo, hubo que cambiarlo puesto que permitía la actividad al ralentí de determinadas empresas. Esos consejeros, como en algún caso la de Salud, tienen sus cauces para hacer comentarios. La ciudadanía necesita certezas e instrucciones claras.

¿Se ha corregido esa actitud?

Parece que sí.

¿Cómo ve usted a la oposición, porque sus socios jeltzales no paran de criticarla? ¿De EH Bildu dice que está en constante campaña?

Ningún partido deberíamos estar en campaña porque el panorama que nos vamos a encontrar es desolador. En los debates que tuvimos sobre autónomos, residencias de la tercera edad, educación, y lo que nos encontramos a la hora de hablar con otros grupos fue una actitud colaborativa, de búsqueda de acuerdos, aunque fueran mínimos. Y yo creo que eso es lo importante. Lo que tenemos que quedarnos para empezar a trabajar. Vi que a todos los partidos nos preocupan cosas similares y todos tenemos ganas de aportar.

Antes de esta crisis que ahora centra todas nuestras preocupaciones, tuvimos la del derrumbe del vertedero de Zaldibar. ¿Cómo lo vivió?

Lo principal en este tema es que la búsqueda no ha dejado de ser lo esencial para el Gobierno y tiene que seguir siéndolo, porque hay que entender el dolor de las familias, que han perdido a un ser querido y no han podido cerrar el duelo, porque no se puede cerrar hasta que tengan el rescate de los cuerpos. Quiero trasladar a las familias toda mi solidaridad y comprensión por el dolor que están sufriendo. Pero también hay que decir que hay que actuar con responsabilidad política ante un caso como este y saber que no se debe utilizar políticamente el dolor de las víctimas. Tenemos que aprender de lo ocurrido. La auditoría que se está realizando tendrá que servirnos para aprender de los errores que se hayan podido cometer. Y en la próxima legislatura tenemos que debatir sobre el modelo de residuos en Euskadi, para que no sea más barato verter que valorizar. Esto tendrá que formar parte del debate político de la próxima legislatura, porque una cosa como esta no nos puede volver a pasar. Eso es algo que creo que compartimos todas las fuerzas políticas del Parlamento y esa tiene que ser nuestra prioridad. Habrá que hacer propuestas y cambiar lo que haya que cambiar. Y si hay que cambiar leyes en otro ámbito institucional habrá que hacerlo, porque Euskadi cumplía con toda la normativa europea transpuesta al ámbito español. Y habrá que llevarlo a donde haya que llevarlo.

¿Sabía que Urkullu iba a proponer convocar elecciones?

Conocíamos que el lehendakari estaba considerando la posibilidad de explorar esa ventana que se puede abrir en el entorno del mes de julio.

¿Y qué le parece?

Todavía hay que hablar en la reunión del día 30 y no se puede decir que sea una decisión definitiva. Nosotros siempre hemos defendido que el lehendakari debe convocar las elecciones cuando considere que se dan las condiciones de seguridad para la salud y plenas garantías para la participación política. Soy de la opinión de que en unas circunstancias como estas necesitamos un Parlamento a pleno rendimiento y también un Gobierno, porque lo que nos queda del 2020 y el 2021 van a ser difíciles, donde va a haber que afrontar situaciones duras.

Ha comentado antes que no se sabe ni cuál va a ser el resultado electoral ni el nuevo Gobierno. ¿Eso es retórica o el PNV...?

Es que soy muy respetuosa con la ciudadanía y las elecciones. A mí no me gustaría encontrarme con las manos atadas si me toca liderar el Gobierno Vasco. Nosotros tenemos ahora una obligación que es encarar estas emergencias sociales y económicas que nos están lloviendo constantemente. Para eso es necesario compartir las prioridades entre todos los partidos. Pero no podemos afrontar un intento de grandes pactos como en Madrid, porque allí están al inicio de la legislatura y aquí necesitamos un nuevo Parlamento cuanto antes.

¿Pero se ha roto algo entre el PNV y el PSE o lo previsible es que siga ese pacto?

[Con un tono sonriente] Cómo sois los periodistas. Somos dos partidos diferentes...

...que gobiernan juntos en todos los sitios.

Y es una coalición que ha funcionado bien. El programa de gobierno que hemos llevado a cabo hasta que se convocaron elecciones deja una Euskadi mejor que al inicio de la legislatura. Ahora nos ha venido la crisis del Covid-19 que nos ha cambiado totalmente el paradigma. Pero somos dos partidos que hemos sabido arrimar el hombro, dejar a un lado nuestras diferencias, poner en un papel nuestros objetivos principales y trabajarlos conjuntamente. Eso tiene un valor extraordinario. En toda legislatura no ha habido una alternativa al Gobierno del PNV y el PSE. Ha habido acuerdos puntuales para darle un revolcón al Gobierno, pero no una alternativa política en frente. Por lo tanto, yo hago una valoración positiva. Y creo que en las diputaciones y ayuntamientos se hace la misma valoración.

¿Y en la próxima legislatura?

Primero tendrán que hablar los ciudadanos y veremos al día siguiente cuál es la suma de fuerzas en el Parlamento y cuáles son las propuestas que se ponen encima de la mesa. Desde luego, desde que yo estoy al frente del PSE, mi eje político ha sido la búsqueda de acuerdos y tender la mano a todo el mundo. Esa ha sido mi hoja de ruta. Lo demostramos cuando estábamos en la oposición y ahora que estamos en el Gobierno. Y lo va a seguir siendo, porque en Euskadi la suma de los acuerdos no tiene que ser aritmética, para tener mayorías absolutas, sino que tiene un valor político extraordinario, mucho más que en ningún otro sitio de España. Los acuerdos son muy positivos para el país. Y ahora, con la que nos viene encima, le doy mucho más valor a los acuerdos. Acuerdos que pueden servir para formar gobiernos o acuerdos que sirven para sacar adelante leyes, planes, estrategias que van a ser fundamentales para acertar, aunque acertar nunca está garantizado. Por lo menos que todos participemos, que todos sumemos, y que podamos poner a Euskadi con oportunidades de crecimiento económico, para después poder repartir a todo el mundo parte de esa riqueza, para que nadie se nos quede atrás. El gran valor que tiene Euskadi es su fortaleza social y es algo transversal a todos nosotros. Espero que esta crisis les deje claro a los partidos de la derecha una enseñanza: que el gasto en sanidad es una inversión y que es fundamental.