08 SET. 2020 TOUR 2020 Los favoritos, pendientes del viento y la segunda semana El Tour se trasladó de Pirineos a La Rochelle para disfrutar del primer día de descanso, un día de actividad por las pruebas de PCR. GARA La primera semana del Tour ha estado marcada por las caídas, polémicas y falta de combatividad, antes de llegar a un fin de semana pirenaico volcánico en el que se erigió en protagonista el joven esloveno Tadej Pogacar, quien revolucionó al ataque un Tour que lidera su compatriota Primoz Roglic (Jumbo) dentro de una apretada general. El pelotón ‘disfrutó’ ayer de la primera jornada de descanso, un día marcado por las ruedas de prensa, entrenamientos y, sobre todo, como novedad, las pruebas de PCR para todo el pelotón. En el caso de haber dos positivos en un mismo equipo, toda la formación será expulsada de la Grande Boucle. Mikel Landa mostró su inquietud al respecto en una rueda de prensa virtual de su equipo desde el hotel donde se alojan: «Es una preocupación que haya un resultado malo, pero creo que se están tomando las medidas. Esperemos que esto siga adelante». El corredor alavés, décimo de la general a 1:42 del maillot amarillo, sigue firme en su ambición de luchar por el podio de París, sin considerar el maillot amarillo «algo inalcanzable». Respecto a sus rivales, Landa analiza: «Les veo bien también. No ha habido grandes diferencias a pesar de que Pogacar, Roglic o Bernal, se hayan demostrado más fuertes. Los demás siguen estando ahí, no han demostrado síntomas de debilidad. Hay mucha igualdad». Tanto el líder del Bahrain McLaren como el resto del pelotón, deberán afrontar una segunda semana con varios alicientes. Hoy y mañana llegan dos etapas llanas propicias para los sprinters, pero también para que el viento aparezca y reparta disgustos, sobre todo en la de hoy en la Isla de Ré. Y es que el peligro de abanicos a partir del kilómetro 47 es constante, con un pelotón rodando al borde del mar, lo que obligará a los capos de los equipos a una atención permanente para no quedar atrapados. El viernes, la etapa más dura Después la carrera entrará de nuevo al Macizo Central camino de Sarran y saldrá el viernes con la etapa más dura atendiendo a sus 4.400 de desnivel acumulado, en la que habrá que superar siete puertos. La meta, en el Puy Mary (1ª, 5,4 km al 8,1%). Una jornada de media montaña con final en Lyon cederá el testigo a un recorrido complicado por los montes del Jura. Será, sin duda, un día clave con Selle de Fromentel (1ª), Col de la Biche (1ª) y final en el Grand Colombier (Especial; 17,4 km al 7,1%).