Los Alpes y la crono, el «difícil pero no imposible» de Landa

El alavés admitió en el día de descanso que ha finalizado la segunda semana «con mucho estrés», pero se ve con opciones de podio.

El pelotón del Tour disfrutó ayer de la segunda jornada de descanso de la Grande Boucle. Entrenamiento de un par de horas, sin forzar, que las piernas ya pesan mucho, y pasar los controles de PCR que seguramente se darán a conocer este martes.

El descanso habrá servido a los corredores para descansar antes de una última semana en la que se decidirá el vencedor final y el podio, en el que se ve con opciones Mikel Landa.

Parte desde la séptima plaza de la general, a 2:16 del líder y 41 segundos del tercer escalón del podio que ahora ocupa el colombiano Rigoberto Urán.

Ayer el jefe de filas del Bahrain McLaren se mostraba tranquilo y ya «algo cansado por la tralla de dos semanas de carrera». «Hay estrés por las dos semanas de carrera, pero también es verdad que cada día estoy mejor. Todavía sigo viendo la posibilidad de alcanzar el podio, por supuesto, pero será difícil porque hay varios corredores en un minuto. Difícil pero no imposible», añadió el alavés.

Consideró que en los Alpes habrá que ser regular y que las jornadas claves serán el miércoles y la cronoescalada de 36 kms del sábado en La Planche des Belles Filles (1ª; 6 kms al 8,5%). La de mañana es una jornada por las nubes con los dos puertos por encima de los 2.000 metros, donde Bernal había depositado su munición, habituado a vivir en su país en altitudes similares. Dos colosos de categoría especial como reto a la resistencia: La Madeleine (17 kms al 8,4%) y el gigantesco y novedoso Col de la Loze, un monstruo interminable de 21,5 kms al 7,8%, el techo del Tour a 2.304 metros.

La contrarreloj es el talón de Aquiles del ciclista vasco, pero Landa la afrontará «con confianza, ya que he mejorado con entrenamientos específicos», aunque considera que lo mejor «es coger tiempo en las etapas precedentes de montaña».

Los eslovenos Primoz Roglic y Tadej Pogacar se batirán en duelo por el Tour en las montañas alpinas, pelea que se presume interesante ante la debacle de Egan Bernal y Nairo Quintana.

Este martes llega la etapa que finaliza ascendente en Villard-de-Lans (3ª), tras el paso previo por el Col de Saint-Nizier-du-Moucherotte (1ª,11,1 kms al 6,5%). El jueves hay una jornada con un total de cinco subidas: Cormet de Roselend (1ª), Route des Villes (3ª), Saisies (2ª), Aravis (1ª) y el Plateau des Glières (Especial), con tramo de tierra incluido, a 35 kms de la meta en La Roche-sur-Foron. El ‘sálvese quien pueda’ de la cronoescalada dará paso al desfile de París.