04 DIC. 2022 «LA MUJER REY» El blaxploitation feminista en versión tribal Mikel INSAUSTI Lo de Viola Davis en “The WomanKing” (2022) es de ver para creer, porque su trabajo físico no se puede comparar con nada que haya asomado antes a una pantalla de cine. A sus 57 años brinda una exhibición de poderío, en la que además del orgullo afro influye mucho la genética. En todas las secuencias de lucha y en todas las coreografías de danzas tribales es la primera, situada al frente de un reparto femenino con una media de edad muy por debajo de la suya, lo que no supone ningún obstáculo para ella. Viene a ser una nueva heroína del blaxploitation, pero no del ambiente urbando como lo fue en los años 70 la Tamara Dobson de “Cleopatra Jones” (1973), sino como fruto de una exploración antropológica que nos lleva al mismísimo corazón del continente negro, de la Madre África. En la niñez crecí fascinado por el “peplum”, y en el subgénero de mitología griega las imágenes de las amazonas a caballo me parecían impresionantes. Pero aquello era una ingenuidad comparado con las guerreras Agojie reveladas gracias al trabajo de investigación histórica de “La mujer rey” (2022), en el que la italoamericana Maria Bello ha jugado un desempeño importante como guionista y productora. El argumento se centra por completo en la que fuera la guardia personal femenina del rey Ghézo, que reinó en Dahomey en la primera mitad del siglo XIX. La leyenda coloca a nuestra madura protagonista a su altura, pero la trama relativa al comercio de esclavas y al colonialismo deriva hacia la joven recluta Nawi. El personaje de la chica permite a la directora Gina Prince-Bythewood introducir elementos románticos y de tragedia familiar dentro de la gran aventura épica, tal como hacía George Lucas en “La Guerra de las Galaxias” (1977), con la diferencia de que aquí se trata de una relación maternofial oculta entre la veterana guerrera y la recién iniciada. El resultado es un entretenimiento apasionante.