07 MAY. 2023 JOPUNTUA Memeces electorales Fede de los RÍOS A veces se amanece extrañamente apesadumbrado sin saber el motivo o causa de ese pesar que ralentiza el pensamiento, al tiempo que entorpece nuestros movimientos. ¿Y si fuera la huella de la denodada lucha diaria contra la estulticia que ni un sueño reparador pudiese borrar? Digo estulticia porque el concepto abarca más que cualquiera de otros sinónimos como estupidez, fatuidad, bobería, necedad, tontería, idiocia o sandez. La acepción resulta más rotunda y descriptiva; tan rotundo como la de bobo, cuya pronunciación llena nuestra boca tan satisfactoriamente. Al inicio del Eclesiastés lo afirma Salomón: «stultorum infinitus est numerus». Los tontos son legión. Y prosigue, «los necios me rodean como avispas». Las ocurrencias de los estultos no brotan sin raíces, no son flor de un día. Son fruto de la evolución del conjunto de la especie. Con aquellos homínidos que bajaron de los árboles y adoptaron la postura erecta, descendieron otros protohomínidos de similar aspecto físico pero con disímil desarrollo encefálico. Poseían la particularidad de poder cruzarse con homínidos y sus híbridas crías no resultaban estériles. En la Humanidad se produce acumulación de saberes, ciencias y técnicas desarrolladas por las diferentes civilizaciones a lo largo de la Historia. En los tontos lo que se acumula es la estulticia, formando una especie de inconsciente colectivo que dirige cada una de sus acciones y palabras sin necesidad de reflexión. Bien es cierto que la capacidad de habla es limitada por una especie de neuronas-consigna. Si la oración a recitar es cortita… bueno; ahora bien si la ocasión exige una subordinada, se jodió el asunto: «Bildu es más madrileña que la Cibeles», «aunque vistan de Armani son los de la mani» dice el ocurrente Ortuzar superando al inefable Iturgaiz. Descorazonador descubrir que el Capital no necesita políticos de otro orden para controlar el tinglado. Ser engañados por gentes resistentes a atinar con la realidad, individuos capaces de aunar la estulticia especulativa con la práctica. Triste. Errealitateari aurre egiteko erresistenteak diren pertsonek engainatzea, espekulazio eromena praktikarekin bateratzeko gai diren norbanakoek. Goibela