05 MAY. 2024 AMA GLORIA Una crónica sensible y carente de artificios Koldo LANDALUZE DONOSTIA Hace diez años, Marie Amachoukeli-Barsacq compartió labores de dirección junto a Claire Burger y Samuel Theis en su muy emotiva “Mil noches, una boda” y ahora, en solitario, vuelve a relevar su sensibilidad en este largometraje que narra la conexión entre una niña de seis años, Cléo, y su niñera, Gloria, originaria de Cabo Verde. Gloria ha sido una figura materna para Cléo desde la trágica muerte de su madre, pero todo cambia cuando Gloria debe regresar a su país por una tragedia familiar. La película sigue el último verano que pasan juntas y está inspirada en la experiencia personal de Amachoukeli-Barsacq con su propia niñera, Laurinda Correia. “Ama Gloria” captura con sensibilidad el duelo de Cléo al enfrentarse a la pérdida de su figura materna sustituta. A pesar de apenas recordar a su madre biológica, la pequeña protagonista experimenta un duelo real al ver partir a quien cuidó de ella, su confidente y compañera diaria. Amachoukeli-Barsacq retrata este proceso con cariño y una mirada costumbrista, destacando la realidad de Cabo Verde y la influencia portuguesa en el país. Un aspecto a resaltar es el cuidado con el que la directora trata la saludable lección de dejar ir a un ser querido, similar a ‘‘Petite maman’’ de Céline Sciamma. La película también ofrece un trasfondo interesante sobre Gloria, una mujer que mira hacia el futuro y que ha construido su propio destino, incluso invirtiendo en un hotel en su país natal con el dinero que envía. Esto añade profundidad al personaje y enriquece la narrativa de la película. Mención especial merecen las interpretaciones de la niña Louise Mauroy-Panzani y su niñera en la ficción Ilça Moreno Zego, ambas actrices no profesionales.