Un festival solidario inolvidable para salvar a GARA en Illunbe

Llos periódicos se equivocan y GARA también. En 2019 anunciamos un gran concierto en el Velódromo de Anoeta en favor de la libertad de prensa, dentro de la campaña contra el expolio al que fue sometido este medio de comunicación. El Velódromo iba a acoger el evento el 9 de junio... pero jamás lo hizo. Gracias a vosotros: no cabíais. En su lugar, ese día llenamos Illunbe, que tiene el doble de capacidad.

Berri Txarrak, Huntza, Talco, Gatibu, Los Zopilotes, Nøgen, La Furia, Itziarren Semeak, Esne Beltza, Hesian, Siroka, Valtònyc y Sociedad Alkoholika encabezaban un cartel que reunió a más de treinta grupos vascos que adquirieron el compromiso de ayudarnos a afrontar la deuda con la Seguridad Social de “Egin”, cerrado ilegalmente el 15 de julio de 1998.

Quizá «adquirir el compromiso» sea una expresión que se les quede corta a estos músicos. A cada uno, lo suyo. No tocamos a su puerta pidiendo ayuda, porque no hizo falta. Varios de los grupos se pusieron en contacto con nosotros para echarnos una mano.

Tras esas primeras conversaciones, pronto cuajó la idea de un gran concierto con el que recaudar fondos para abonar la deuda de “Egin” que el juez Baltasar Garzón endosó a GARA y que se enmarcaría dentro de la campaña de suscripciones.

El 23 de mayo se completó el cartel hasta alcanzar esas treinta bandas. Aiora y Piti (integrantes de Zea Mays), Mikel Urdangarin y Rafa Rueda (en formato dúo), Gari, Su Ta Gar, Josetxu Piperrak & The Riber Rock Band, Ze Esatek!, Ruper Ordorika, ETS, Xutik, Liher, DesKontrol, Bad Sound System, McOnak, Somos Guerreras con Rebeca Lane, Nakuri MC y Audry Funk, KOP, Anita Parker y Patxuko Nice.

El periódico arrancó la campaña con la portada en blanco y negro. La línea inferior se iba coloreando de naranja conforme se acercaba a la meta prefijada de 10.000 suscriptores en la que se estimó que el proyecto sería viable. El día de la fiesta, el naranja de esa barra horizontal cubría sus dos terceras partes.

Los suscriptores de NAIZ y quienes se apuntaran antes del 19 de abril tendrían el acceso gratis. La otra opción era abonar una entrada para el día concreto, que tuvo un coste de 18 euros.

Las entradas salieron a la venta el mediodía del 23 de abril por internet. Volaron en 20 minutos. Hubo que improvisar alegremente. ¡Agur, Velódromo! ¡Kaixo, Illunbe!

Saludar es fácil, pero preparar Illunbe para lo que habría de venir revistió bastante más complicación. Sobre todo, porque la infraestructura, los turnos y la organización se sacó en auzolan entre los propios trabajadores (algunos con más callo al otro lado de la barra, todo hay que confesarlo) y cientos de personas que se solidarizaron.

Revisando la tabla con las txandas, se contabilizan má de 800 voluntarios dando el callo aquel día y durante las jornadas previas de preparativos. Eran tantas las bandas que, más que un macroconcierto, constituyó una maratón. Los distintos grupos se fueron sucediendo sobre tres escenarios para tocar durante media hora y, pese a andar con los tiempos tan ajustados, el evento arrancó a mediodía y no terminó hasta las 23.00 horas. Ze Esatek lanzó al aire los últimos acordes.

El público fue mayoritariamente joven, pero hubo de todo en el escenario, bajo él, en las gradas y en las carpas de fuera del recinto músicos de distintas generaciones, de Rupert Ordorika a La Furia pasando por Josetxu Piperrak. Se vieron abuelos y se vieron algunos bebés. Salió un día estupendo, por cierto, hasta demasiado calor algunos ratos. Y daban lluvias.

Ese festival, en buena medida, se explicaba solo. La cadena de los conciertos solo fue interrumpida de forma breve por el director, Iñaki Soto, e Iraia Oiarzabal.

«Muchas gracias sobre todo a las bandas, a los grupos, a los músicos que han venido hoy y han dado todo lo que tienen y que lo van a seguir dando. Muchas gracias a los artistas, a los periodistas y a esa gente que nos ha apoyado desde que se conoció el expolio. No vamos a parar», afirmaron.

Con las entradas, con los katxis de cerveza, los bocatas, los talos, la paella y, ante todo, con las suscripciones que se consiguieron, el conglomerado de medios que lideran GARA y NAIZ --pero que incluye también a 7K, Gaur8 o Bidaiari, entre otros- reunió lo suficiente, no solo para abonar el medio millón de euros que el calendario draconiano había impuesto para el 26 de julio, sino que para continuar hasta el día de hoy, incluso reforzándose y lanzando proyectos nuevos, como NAIZ Irratia.

Al día siguiente, cuando había que empezar a recoger todo aquello, la valoración del responsable de marketing, Asier Iñigo, dio dos cifras. El pico de asistencia (a lo largo de once horas, la cantidad de público varía), se registró durante concierto de Berri Txarrak, que acogió a unas 9.500 personas en el interior de Illunbe. Y entre los de dentro y los de fuera, se estimó una asistencia de 14.500.

[2011] Aviso directo al PSN para que no hiciera concejal a Koldo García

La portada de GARA del jueves 9 de junio de 2011 daba cuenta de la condena a un policía español y a un guarda de seguridad por dar una paliza a un menor de edad en los sanfermines del año anterior. Aquel guarda de clubes de alterne estaba a solo dos días de comenzar su carrera política en el PSN. Se trataba de Koldo García, que una década después protagonizaría un grave escándalo de corrupción vinculado a la compra de mascarillas.

«Koldo García Izagirre recientemente ha sido elegido concejal por el PSN en Uharte. El sábado, por tanto, tomará posesión de su cargo a menos que su partido lo releve», advertía aquella noticia. Hoy, más de uno se lamentará de no haber hecho caso a la advertencia.

GARA fue el único periódico que había hecho seguimiento del caso y acudió a la vista oral, debido a la participación de un policía en la paliza.

El presunto enriquecimiento ilícito por parte de García supuso la imputación y la caída en desgracia del ministro José Luis Ábalos, que elevó primero a asesor y después a directivo de Renfe y Puertos a este agresor de menores.