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ATHLETIC

Efectividad rojiblanca para tumbar a un gran rival

El Slavia de Praga disputó un partido sensacional pero el Athletic acertó en las áreas. Nico para marcar en una de las pocas ocasiones locales y Agirrezabala para frustrar a los atacantes checos.

Nico Williams se abraza con su hermano tras anotar el gol del triunfo, el primero que marca en Europa. (Marisol RAMÍREZ | FOKU)

Repite victoria europea el Athletic, que gana posiciones en la clasificación, imponiéndose de nuevo a un buen rival. Espléndido, de hecho, es más apropiado para un Slavia que gustó, asustó y mereció más con su juego atrevido y su gran despliegue físico. Pero los rojiblancos hicieron bueno el dicho y decidieron en las áreas: Nico Williams aprovechó una de las pocas ocasiones claras que tuvo su equipo y Julen Agirrezabala firmó más de media docena de intervenciones decisivas.

Llegaban los checos a Bilbo precedidos de buena fama y con números para presumir. Pero que si su Liga es muy floja, que si ganar al Ludogorets tampoco es para tanto..., aquello había que verlo para acabar de creérselo. Y vaya si lo vio San Mamés, que vivió con el corazón en un puño los ‘noventaytantos’ minutos de partido mientras su equipo sufría ante, probablemente, el mejor rival que ha pasado esta temporada por el estadio bilbaino.

El Athletic se encontró con la horma de su zapato. Un Slavia agresivo, ofensivo, con futbolistas desequilibrantes arriba y sobrios atrás y que con un despliegue físico impresionante, dominó casi todo el encuentro. Y eso que Jindrich Trpisovsky apenas retocó su equipo respecto al que había conseguido su undécima victoria de la temporada el fin de semana frente al Jablonec. Menos aún lo hizo Ernesto Valverde, que apenas recuperó a Paredes, que se había perdido la visita del Espanyol por sanción, y Prados.

Los dos y sus nueve compañeros vivieron el primer cuarto de hora prácticamente encerrados en su campo ante un rival que en tres minutos ya había forzado su primer córner, en el siete probaba por primera vez a Agirrezabala con un chutazo de Michez desde la frontal y en once volvía a probar con la estrategia en un córner que cabeceaba Diouf ligeramente desviado.

Al cuarto de hora, una recuperación de Galarreta, que sirvio rápido para Nico, acabó en nada pero sacudió al Athletic, que pronto probó con una carrera de Williams, un acelerón de Yuri, un centro de Nico. Nada claro, los bilbainos ni siquiera remataron con fuste, pero al menos respiraban lejos de su área. No consiguieron asustar al Slavia, que seguía a lo suyo, pero en una de esas llegó el gol. Pudo hacerlo en el minuto 26 -o no, vistos los precedentes cercanos-, por un penalti inexistente a Williams que pitó el árbitro. Llevaban Kinsky y Nico colocados casi dos minutos cuando hubo llamada del VAR y, tras repasar la jugada en la pantalla, Morten Krogh acabó reculando al considerar que había existido falta previa de Guruzeta.

Pero el Athletic se había soltado y no hubo tiempo para lamentarlo. Se superaba la media hora cuando Berenguer cedió en la frontal para que Nico rematase un balón que tocó en Zima antes de convertirse en el 1-0 y en el primer gol europeo del rojiblanco.

No supo calmar el partido el Athletic en ventaja ni buscar la sentencia a la contra y el primer tiempo acabó como había empezado, con los dos equipos metidos en la parcela local y Agirrezabala enviando de nuevo el gol checo, despejando ahora a córner junto al larguero un disparo de Provod.

La vida siguió igual tras el descanso aunque al Slavia se le fue notando el cansancio poco a poco. Tampoco supo aprovechar la entrada de Chory y sus dos metros aunque tuvo tiempo de volver a probar a Agirrezabala, primero con un zapatazo de Michez desde la frontal y después con un cabezazo del propio Chory.

El Athletic también refrescó el ataque pero prácticamente no tuvo ocasiones para sentenciar el choque.