02 MAR. 2025 NUEVO RUMBO EN URUGUAY Orsi gobernará con «humanidad» tras llevar al poder al Frente Amplio El mismo día en el que se cumplían 40 años del fin de la dictadura en Uruguay, al ser investido como presidente y recuperar el poder para el Frente Amplio, Yamandú Orsi se comprometió con la búsqueda de los detenidos desparecidos. Orsi prometió gobernar siguiendo «el principio de humanidad», y fijó la economía, la seguridad y la pobreza como sus otras prioridades. Yamandú Orsi, junto a su compañera de fórmula y vicepresidenta, Carolina Cosse. (Dante FERNÁNDEZ | AFP) GARA MONTEVIDEO El progresista Yamandú Orsi fué investido ayer como nuevo presidente de Uruguay, llevando de nuevo al poder al Frente Amplio tras un paréntesis de cinco años bajo el Gobierno de Luis Lacalle Pou. En su primer discurso en el Palacio Legislativo, se comprometió a encabezar un Gobierno «que se caracterice por el principio de humanidad» y mencionó como principales prioridades de su mandato la economía, la seguridad, la pobreza y la búsqueda de los desaparecidos. Orsi fue elegido en segunda vuelta en las elecciones del 25 de noviembre, tras imponerse al oficialista Álvaro Delgado. Es profesor de Historia y fue alcalde de la ciudad de Canelones, la segunda del país. Ahora, deberá gobernar en una situación difícil, ya que el Frente Amplio no tiene mayoría en el Parlamento, por lo que tendrá que negociar acuerdos con la oposición para aprobar las leyes clave. Consciente de ello, ayer tendió la mano a esa oposición, renegando de la imposición: «Me rebelo contra ese supuesto país de las dos mitades, donde la mitad que gana recurre al ordeno y mando, y la otra mitad debe estar poco menos que condenada a obedecer bajo protesta». «El sentido humano será el espíritu con el que se aborden las soluciones a los distintos problemas del país, pero también el modo de ejercer el servicio público, de poner oído ante cada problema o angustia de nuestro pueblo. De entender al que piensa distinto», aseguró Orsi. En ese sentido, expresó que la única ambición de su Gobierno «está íntimamente ligada a la búsqueda de la pública felicidad». Afirmó que la democracia también «goza de buena salud cuando sus instituciones son sólidas, cuando la justicia es igual para todos y cuando se defiende a ultranza el mandato republicano de la independencia entre poderes». El mandatario tuvo presente que precisamente ayer cumplían 40 años del restablecimiento de la democracia en la república, tras la dictadura cívico-militar que sufrió el país entre 1973 y 1985. «Asistimos desde entonces al periodo más largo de vida democrática de la historia de nuestro país», recordó. En esa línea, apuntó que en Uruguay aún «hay secuelas» de la dictadura, por lo que consideró «imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia». Para ello, se comprometió con la búsqueda de los desaparecidos. Además, deberá atender las demandas sociales sin incrementar el déficit fiscal y tendrá el reto de combatir la criminalidad vinculada en gran parte al narcotráfico. UN PAÍS PLURAL Celebró que durante las cuatro décadas de democracia la ciudadanía haya escogido a sus gobernantes en «una fiesta cívica». Se mostró, además, agradecido con la pluralidad del país, y remarcó que asume la Presidencia «con la misma convicción y vocación de servicio de siempre». El nuevo presidente se dirigió a los representantes extranjeros presentes, para expresarles su intención de «sumar esfuerzos para contribuir con la estabilidad y la paz en un mundo cada vez más complejo y cambiante». Agregó que una de sus principales responsabilidades es que la región siga siendo «un continente de paz, con mayor estabilidad, equilibrio social y económico» y que sea capaz de «un mejor proceso de integración». Y se comprometió a construir «un mejor Uruguay». POLÍTICA EXTERIOROrsi se propuso «el avance de las acciones y acuerdos del Mercosur, el reforzamiento de la Celac, la participación más activa en la OEA, la profundización de la cooperación sur-sur, y la multiplicación de acuerdos con los grandes países».