De Pekín a Tokio, las potencias asiáticas comparten su estupor

Dentro de la andanada general contra el comercio, Asia es el principal daminificado por los aranceles impuestos por EEUU, que afectan en términos muy lesivos no solo a China, principal competidor global, sino también a socios como Japón y Corea del Sur. A causa de ello, la respuesta airada fue también unánime, algo inusual entre países históricamente enfrentados.

La Cancillería china, el país más afectado con un gravamen total del 54% -el 34% fijado ahora por Trump, que se suma a las tasas del 20% ya vigentes- insistió a través de su portavoz en que «el proteccionismo es un callejón sin salida» y en que «no hay ganadores en una guerra comercial», al tiempo que acusaba a Washington de «violar gravemente el sistema de comercio multilateral basado en normas».

«PREOCUPACIÓN» POR LA OMC

Japón, país que se verá afectado por un arancel adicional del 24%, volvió a pedir la exención de los nuevos gravámenes y advirtió que estas medidas pueden mermar las inversiones niponas en Estados Unidos. Tokio es el mayor inversor foráneo en la primera economía mundial. El primer ministro, Shigeru Ishiba, dijo que los aranceles «no afectan sólo a la relación económica entre dos países, sino también a la del mundo, y al sistema de comercio exterior multinacional», y mostró su «preocupación» por la integridad de la Organización Mundial del Comercio y los acuerdos comerciales entre ambos países.

Corea del Sur expresó su preocupación por la imposición de un arancel que alcanzará el 26% a sus exportaciones, y su presidente interino, Han Duck-soo, convocó una reunión de urgencia y ordenó al Gobierno desplegar «todos los recursos disponibles» para hacerle frente.

Tanto Tokio como Seul señalaron que planean medidas de apoyo a las industrias más afectadas por los nuevos aranceles, y por el momento descartaron imponer represalias comerciales a EEUU.

El Gobierno indio dijo que está evaluando el impacto de los aranceles, que ascenderán al 27%, y aseguró que está en contacto «con todas las partes interesadas», y el primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh, también convocó una reunión de urgencia para evaluar el impacto de los aranceles, del 46%.