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La Celac critica con dureza las políticas antiinmigración de los EEUU de Trump

Los líderes de los países latinoamericanos y caribeños criticaron con dureza las deportaciones desde Estados Unidos de personas migrantes, algunas de ellas a terceros países, y el encarcelamiento de muchas de ellas, así como las medidas coercitivas impuestas de manera unilateral, como es el caso de las restricciones al comercio internacional.

Parte de los líderes latinoamericanos y caribeños, posando para la fotografía de familia de la Celac en Tegucigalpa. (STRINGER | AFP)

Los mandatarios presentes en la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que reúne a los principales líderes de izquierda de la región rechazaron con dureza el miércoles (madrugada en Euskal Herria) las deportaciones de personas migrantes desde EEUU y su encarcelamiento en países como El Salvador.

Prácticamente los diez mandatarios latinoamericanos aprovecharon su intervención en la cumbre, celebrada en Honduras, para criticar o mostrar su rechazo hacia la política migratoria de Donald Trump con envíos masivos de migrantes en situación irregular en EEUU hacia sus países de origen, a terceros o a una megacárcel en El Salvador.

Uno de los más duros fue el colombiano Gustavo Petro al comparar a los migrantes esposados deportados desde EEUU con los esclavos africanos que llegaron encadenados al continente en la época de la colonización. «La migración es apenas la consecuencia de esa desigualdad geográfica del efecto de la crisis climática» en los países pobres, dijo Petro, y preguntó si eso «lo solucionamos poniendo cadenas, llevando la población migrante a El Salvador a unas cárceles para criminales».

La anfitriona de la cita regional, la presidenta hondureña Xiomara Castro, también denunció que los jóvenes latinoamericanos se han convertido en esos migrantes que, buscando el «sueño americano», hoy son deportados de forma masiva por EEUU, por lo que pidió «respetar» a la Celac como «zona de paz».

Su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, no solo criticó las deportaciones emprendidas por la Administración Trump y el encarcelamiento de migrantes en El Salvador, sino que recordó que también son enviados a la base naval de Guantánamo.

Y el boliviano Luis Arce fue mas allá al denunciar en su discurso «la criminalización de la migración, así como la aplicación de políticas que fomentan deportaciones masivas y tratos inhumanos hacia las personas migrantes», pues tales prácticas «vulneran derechos fundamentales» y «desconocen las causas estructurales que obligan a miles de personas a desplazarse».

Muchos de esos países latinoamericanos han recibido en los últimos meses vuelos con migrantes deportados desde EEUU, que ha intensificado las redadas en escuelas, colegios e iglesias (lugares en los que antes estaba prohibido hacerlas).

«PERSPECTIVA HUMANA»

Otros mandatarios rechazaron esas políticas antiimigratorias, pero en un tono más rebajado, enfocándose en cómo afrontar dicha situación desde un punto de vista más humanitario y social. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, pidió a los líderes de la Celac cooperar para atender la migración «desde una perspectiva humanista», con atención a las causas, como la desigualdad, desempleo y violencia.

Casi la misma idea compartió su homólogo de Guatemala, Bernardo Arévalo: «Necesitamos políticas que reconozcan que la primera razón de la migración se encuentra en la falta de atención a las necesidades fundamentales a la población de nuestros países y creemos que en el marco de una realidad donde existe esta movilidad toda posición y forma de enfrentar los retos se lleve acabo en atención a la dignidad de las personas».

Y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva declaró que «la libertad de autodeterminación» es una de las «primeras víctimas de un mundo sin reglas acordadas multilateralmente», en el que «los migrantes son criminalizados» y se imponen «aranceles arbitrarios que desestabilizan la economía internacional y elevan los precios» en todo el planeta.

Precisamente la “Declaración de Tegucigalpa”, que fue adoptada por «consenso suficiente» por 30 de los 33 Estados miembros del organismo, ya que Argentina, Paraguay y Nicaragua no la suscribieron, rechazó en esa misma línea «la imposición de medidas coercitivas unilaterales, contrarias al derecho internacional, incluidas las restrictivas al comercio internacional».

La Declaración resalta «la plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, sustentada en la promoción y el respeto a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional», y añade «la cooperación internacional, la democracia y el Estado de derecho, el multilateralismo, la protección y promoción de todos los derechos humanos, el respeto a la autodeterminación, la no injerencia en los asuntos internos, la soberanía y la integridad territorial». Entre otras cuestiones, refrenda el «firme respaldo» a la estabilidad de Haití y a apoyar sus esfuerzos para restablecer «un entorno de seguridad humana para la normalización de la situación política, económica y social, con un enfoque integral de desarrollo».

PAPEL ESTABILIZADOR

El presidente chino, Xi Jinping, destacó el «papel importante en el mantenimiento de la paz y la estabilidad regionales» desempeñado por la Celac.

Indicó que «que el mundo está atravesando una transformación centenaria que se está acelerando» y que el sur global «está creciendo en fuerza». Y dijo confiar en que los países y pueblos de la región «alcancen mayores éxitos en su desarrollo y revitalización y hagan mayores contribuciones al fortalecimiento de la solidaridad y la cooperación».

«Las relaciones entre China y América Latina han resistido la prueba de los cambios internacionales y han entrado en una nueva etapa de igualdad, beneficio mutuo, innovación y apertura», aseguró Xi, que añadió que «la confianza política mutua se ha seguido profundizando, la cooperación práctica ha seguido expandiéndose y los intercambios entre pueblos se han vuelto cada vez más estrechos», y animó a seguir en esa línea.