La ducha y los pelos

Sin entrar en muchos detalles, lo que las bolsas y el hombre naranja es un claro ejemplo de manipulación y de información privilegiada. La corrupción del siempre corrupto sistema económico, político y militar de los EEUU ha tenido una manifestación prodigiosa. Hacer caer las cotizaciones de muchas empresas, avisar a sus amigos y conocidos, incluso hacer un llamamiento público recomendando comprar a la baja y de repente, pausar los aranceles y que el subidón de las bolsas ayude los millonarios a hacer un poco más millonarios en cuestión de minutos. Un prodigio mafioso.

Claro que podríamos estar hablando de los pelos del culo de Trump porque aseguró en uno de esos actos que nos muestran la decadencia absoluta de la sociedad pudiente de USA, que muchos países iban como locos para hacerle ese ejercicio de sumisión para solicitarle negociar bilateralmente los aranceles, pero resulta que, en sus delirios básicos, anuncia la subida de la presión en el agua de las duchas para que su pelo de estropajo pueda lucir de manera espectacular. Son cosas de Trump, o estamos ante uno de los momentos más ridículos de la historia reciente de la humanidad. Hay que descalificar estos documentos surrealistas.

Porque estos vaivenes de este gobierno no son precisamente estímulos para una organización mundial del comercio entendible, del libre mercado y de tantos tabús fundacionales del sistema actual imperante en la mayoría de partes del globo. Así que el narcisismo mezclado con la ignorancia y los intereses mafiosos subyacentes, definen estos días de cuaresma.