Ecuador se prepara para otra elección muy reñida entre Daniel Noboa y Luisa González

Ecuador acude mañana a las urnas para elegir a su próximo presidente o presidenta entre Daniel Noboa y Luisa González con la inseguridad y la situación económica como principales preocupaciones de la ciudadanía. Se prevé una elección muy reñida.

El mandatario ecuatoriano y candidato a la reelección, Daniel Noboa, y su rival de izquierda, la correísta Luisa González, pusieron el jueves punto final a su campaña electoral en la ciudad portuaria sureña de Guayaquil, epicentro del narcotráfico, para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebra mañana. Ambos candidatos se enfrentaron en 2023 y, como entonces, la elección se prevé muy reñida. En la primera vuelta, Noboa obtuvo una ajustada victoria por un escaso margen del 0,17%.

La campaña ha estado marcada por la gran tensión entre ambos contendientes, con acusaciones mutuas de corrupción y colusión con narcotraficantes, y por la creciente violencia ligada a las bandas criminales, con un homicidio cada hora en enero y febrero, lo que significa el inicio de año más mortífero jamás registrado en Ecuador.

Después de una primera vuelta muy reñida en febrero y ganada por un estrecho margen por Noboa, ambos candidato celebraron sus últimos actos para intentar convencer a los indecisos antes del «silencio electoral» fijado hasta mañana, día de la votación.

Bajo una lluvia torrencial y ante miles de simpatizantes, Luisa González, abogada de 47 años, pidió a las mujeres su apoyo para convertirse en la primera presidenta del país. «Durante este año y medio (de Gobierno de Noboa), la violencia, la pobreza y el desempleo nos han afectado particularmente a las mujeres», afirmó González, quien promete préstamos de hasta 40.000 dólares con bajos intereses para madres solteras como ella.

Frente a una multitud que sostenía imágenes en cartón de tamaño natural de su candidato, Noboa dio un breve discurso y como siempre, custodiado por soldados fuertemente armados. «Los ecuatorianos ya no quieren guerra (...) quieren esperanza», declaró el presidente que declaró la «guerra» a las bandas tras decretar un «conflicto armado interno» en 2023, un plan que no ha dado resultado pese a la militarización y a los miles de arrestos.

Es la inseguridad ligada a la ola de violencia criminal una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. «Hay delincuencia, droga, crímenes, extorsión», declara a AFP con tristeza Alfredo Cucalón, guía turístico de Guayaquil.

«La economía se ha debilitado significativamente, algunos fondos públicos se han utilizado para financiar la lucha contra la delincuencia y la deuda está en su nivel más alto», señala Felipe García, un abogado de 24 años. Sin embargo, «el socialismo no es una opción», añade el joven del exclusivo pueblo de Samborondón, cerca de Guayaquil.

Angelina Vélez, partidaria de Luisa González, por su parte, pide «un cambio (...) porque con el actual gobierno no es posible. No nos alcanza para la canasta básica, no nos alcanza para la salud». Y es que la delicada situación económica es otra gran preocupación.

Si la canasta básica cuesta unos 800 dólares, el salario básico unificado ronda los 470 dólares. Siete de cada diez ecuatorianos no tiene empleo pleno, es decir, no gana ni siquiera el salario básico y la tasa de desempleo es del 3,5%, pero un altísimo porcentaje de la ciudadanía tiene trabajos informales.

Noboa, hijo del empresario más rico del país, además de insistir en la militarización y la mano dura, propone becas a los jóvenes y apoyo al emprendimiento. González defiende depurar los elementos corruptos y vinculados al narcotráfico en las fuerzas armadas, y promete inversiones en educación, salud y ayuda financiera a las madres de familia.

La candidata izquierdista reúne el apoyo del movimiento indígena

La correísta Luisa González ha logrado el apoyo de Pachakutik, el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), cuyo candidato presidencial, Leonidas Iza, logró más de medio millón de votos (5,25%) en la primera vuelta de las presidenciales, lo que podría ser clave para su victoria. González y Guillermo Churuchumbi, del partido Pachakutik, presentaron a finales de marzo el acuerdo por el que la candidata se compromete a atender las demandas indígenas, como revisar las concesiones mineras, en caso de ganar mañana. «La historia del Ecuador empieza a cambiarse», dijo González. «Creemos que el Gobierno de Luisa González podría representar una etapa diferente y diferenciada del expresidente [Rafael Correa], de sus errores y horrores», señaló Iza en un vídeo.

El acuerdo supone un giro en Pachakutik, enfrentado a Correa durante la década que duró su Gobierno. «No podemos dejar que la derecha acabe con el país», explicó Apawki Castro, coordinador del movimiento Cotopaxi.GARA