Darle espacio y prestigio al euskara es cosa de todas

Desde hoy y hasta el 25 de mayo, Euskaraldia llega con la intención de dar un vuelco a las costumbres lingüísticas, a facilitar que quienes hablan euskara encuentren un ecosistema que les invite a emplear la lengua propia.

La situación de lengua minorizada que sufre el euskara otorga un papel crucial en este empeño a quienes, sin dominar plenamente el uso de la lengua, la pueden entender total o parcialmente y tienen una actitud positiva hacia ella. Es decir, a los belarriprest. Más allá del conocimiento escolar, una lengua se utiliza en la medida en la que se prestigia socialmente, se le deja espacio y se le invita a tomar su lugar. La responsabilidad de hacerlo recae tanto sobre los hablantes como sobre aquellos que la pueden entender realizando un esfuerzo. También sobre quienes son capaces de chapurrearlo; por muy mal que crean que lo hacen, siempre van a hacer más favor al euskara utilizándolo que dejándolo en el cajón de las vergüenzas. En su mano está darle oxígeno a la lengua, igual que en manos de los hablantes más avezados está dar aire y aliento a quienes la están aprendiendo.

Por ello, para todos aquellos que sin dominarlo tienen algunos rudimentos básicos, GARA y NAIZ ofrecerán a partir de mañana en euskara una versión resumida de las noticias que se publiquen en castellano.

La vieja tesis según la cual la escolarización en euskara iba a traer por sí sola la euskaldunización de la sociedad ha caído ante el peso de la evidencia. No funciona así. Hace falta algo más, un impulso que no deje en manos de la escuela lo que ella sola no puede hacer. Es tarea de toda la sociedad facilitar un ambiente propicio para su uso. Euskaraldia supone una oportunidad de oro para empezar y sostener este esfuerzo.