12 JUN. 2025 Pablo Calatayud: «Eguzki Irratia es una institución en Iruñerria» Mañana, a las 19.30, se estrena en el Teatro de Antsoain el documental «Eguzki Irratia. Una historia de comunicación, pasión y lucha», de Pablo Calatayud, que repasa la historia de una de las radios libres pioneras de Euskal Herria y que reivindica la vigencia de este proyecto contrainformativo de más de cuatro décadas. Imagen retrospectiva de un estudio de Eguzki Irratia. (EGUZKI IRRATIA) Patxi IRURZUN Durante el apagón eléctrico del pasado 28 de abril miles de personas recurrieron a la radio (“¿Qué ha dicho la radio?”, cantaba Tijuana in Blue hace años). Para muchos vecinos de Iruñerria, sin embargo, la situación no era nueva. A lo largo de más de cuarenta años Eguzki Irratia ha sido la voz que les ha mantenido informados frente al apagón informativo de muchos medios de comunicación en huelgas generales, desalojos, visitas reales, clausuras de periódicos como ‘‘Egin’’ o ‘‘Egunkaria’’, o respecto al día a día de las luchas de colectivos vecinales, ecologistas, antimilitaristas, feministas, juveniles… Esas reivindicaciones e hitos, junto con otros referidos a la propia intrahistoria de Eguzki Irratia, como su creación o los cierres que también sufrió en dos ocasiones −uno de ellos con irrupción de la Policía en plena emisión− son el hilo conductor del documental que Pablo Calatayud ha dirigido para salvaguardar el legado de una de las radios libres más veteranas y combativas de Euskal Herria. EN TODAS LAS SALSAS «La idea del documental surgió hace un par de años, con el cuarenta aniversario, para conmemorarlo», nos cuenta Pablo, quien actualmente está al frente del magazine diario “Pasealeku”, uno de los pilares en la programación de Eguzki Irratia. «Yo ya llevaba unos años en la radio haciendo un programa de flamenco y, como me dedicaba a lo audiovisual (Calatayud ha dirigido otros documentales como “El fabuloso Sabicas” sobre el universal guitarrista de la calle Mañueta de Iruñea), me propusieron la idea. Al final, al tratarse de un trabajo que me ha requerido mucho tiempo y esfuerzo se ha retrasado un par de años», explica. Calatayud es, en efecto, el director, editor y autor del guion de “Eguzki Irratia. Una historia de comunicación, pasión y lucha”, un documental en el que, además, ha contado con la banda sonora del músico Txuma Flamarike y con el soporte visual de las fotografías del archivo personal de Joxe Lacalle, quien fuera trabajador de ‘‘Egin’’ y GARA. «Hay un antes y un después gracias a esas fotos, porque lo más difícil era acompañar con imágenes lo que íbamos describiendo. Nosotros no teníamos material propio de vídeo, y acceder a él es caro y difícil. Así que cuando Joxe, que estaba en todas las salsas (insumisión, okupaciones, manis…), me ofrece ese archivo, todo cambia». ROSTROS CONOCIDOS A todo ello se suman las opiniones de varios personajes conocidos como la actriz Itziar Ituño, los periodistas Martxelo Otamendi y Jonathan Martínez, la abogada feminista Begoña Zabala, el sociólogo Carlo Vilches o el músico Fermín Muguruza. «Hemos preferido que hablara gente con una visión externa a quienes estamos o hemos estado en la radio (hasta cierto punto, porque algunos de ellos, como Muguruza y Zabala han estado vinculados a ella), puesto que el plantel de gente que ha pasado por la Eguzki es inmenso y no queríamos personalizarlo en nadie concreto. Quienes hablan son personas con, digamos, cierto bagaje y con una visión que permita a la gente más joven situarse en dónde estamos tras esos cuarenta años en los que, aunque parece que sí, igual algunas cosas no han cambiado tanto y el papel de una radio como Eguzki Irratia sigue siendo necesario», señala Calatayud. LA NECESIDAD DE SER PIRATA Jonathan Martínez por ejemplo, reivindica la importancia de la contrainformación, la necesidad todavía hoy más acusada que en los 70 u 80 de ser pirata en un mundo actual en que prevalecen las fake news o los medios oficiales están cada vez más controlados por grupos de poder. Begoña Zabala recuerda, por su parte, cómo acudir a la radio era algo obligado a la hora de difundir cualquier tipo de movilización -«Hacer pancartas, pegatas, carteles… e ir a la radio»-. Y Martxelo Otamendi subraya ese elemento de proximidad de los medios alternativos, que los hacen estar más pegados que nadie al tejido social. «Yo creo que eso es algo que se sigue manteniendo», dice Pablo Calatayud. «La Eguzki sigue manteniendo su vigencia y la sigue escuchando gente de todas las edades. Mi madre, por ejemplo, la oye. O tú vas por la calle, y escuchas que comentan que han oído tal o cual cosa en la Eguzki. Por no hablar de la cantidad de personas que han pasado o siguen pasando por aquí, haciendo un programa o como invitadas. Igual la palabra está un poco devaluada, pero se puede decir que en Iruñerria Eguzki Irratia es una institución,y que a nivel popular tiene mucha más importancia que otras radios comerciales con muchos más medios». UNA ESQUINA DEL DIAL El documental se completa con acontecimientos relacionados con la propia historia de Eguzki Irratia, como su fundación a inicios de los 80 por parte del movimiento ecologista (a quien debe su nombre); los intentos de cierre, que lejos de acabar con ella, la reforzaron; el desmantelamiento vía excavadora de la que fue una de sus principales fuentes de financiación: la txosna o barraca política; o los especiales informativos dedicados a acontecimientos como la Korrika, el desalojo del Euskal Jai, los cierres de ‘‘Egin’’ y “Egunkaria”, las huelgas generales… “¿Qué ha dicho la radio?”, cantaban Tijuana in Blue (por cierto, los dos cantantes del grupo, Jimmi y Eskroto, tuvieron programas y se referían sin duda a ella en ese tema, ‘‘Onda expansiva’’), y a continuación venía una respuesta que todavía hoy sigue vigente y resume el espíritu de Eguzki Irratia: «Anuncios de calzoncillos, concursos para los críos, crónicas de amor. Todo va normal. Pero allá por el fondo, en una esquina del dial, se oye una voz, se abre otro mundo (…) Tu crónica local, tu radiodifusión. Si tú quieres marcha, diversión, contrainformación».