17 JUN. 2025 Santo bebedor Josu MONTERO Escritor y crítico Escritor austriaco muerto en París” es el escueto texto escrito en la tumba de Joseph Roth, muerto a los 45 años en un delirium tremens después de escapar de Berlín primero y de Viena después, y de que los nazis hicieran arder sus novelas, aunque él siguiera escribiendo en las mesas de los cafés y viviendo donde buenamente podía. La desaparición del Imperio Austro-Húngaro al final de la I Gran Guerra, en la que participó, le había herido con un profundo sentido de pérdida, la pérdida de su mundo y de su patria. Tras escribir “La leyenda del santo bebedor”, en 1939 la absenta se apiadó de él y tuvo a bien ahorrarle lo que vino a continuación. Su familia fue gaseada en los campos nazis; y su mujer, que había tenido que dejar dolorosamente atrás, en sanatorios, pues sufría esquizofrenia, fue eliminada en aplicación de las leyes nazis de eugenesia. Pero esta última novela de nuestro buen Roth es un milagro de embriagadora y bondadosa luz. En el prólogo para la edición hispana de 1981, Carlos Barral escribe: “La embriaguez alcohólica es un método de conocimiento y de interpretación del mundo absolutamente imprescindible. Sin la intervención de Baco seríamos aún más esclavos de la humillante tiranía de la lógica”.