Cada vez más cerca

Si el hombre teñido de naranja califica en mensaje a la ciudadanía de USA el bombardeo de sus tropas a plantas nucleares iraníes de “espectacular éxito militar”, podemos irnos amarrando los machos porque estamos cada vez más cerca de algún desastre global. Es una barbaridad que nos coloca, una vez más, en la náusea más astringente, porque sin mediar palabra, aviso o conformidad de su propio Congreso ha entrado en guerra con un país soberano. Es la reproducción de los aires imperialistas que utilizan la fuerza bruta de una manera ilegal que no tendrá ningún reproche internacional y si lo tuviera se lo pasarán por allí, como hace Israel desde décadas.

Nos empezamos a quedar, por una cosa y otra, sin recursos razonables para explicar lo que está sucediendo en el mundo. Ni geopolítica, ni recursos naturales ni la amenaza nuclear nos alumbran en esta auténtica barbarie que parece salir de la cabeza de un ser desquiciado con demasiado poder y ambiciones desmedidas que está jugando de manera incompresible con el equilibrio actual, que puede que sea más aparente que real, pero que nos hace vivir en la ilusión de pertenecer a sociedades equilibradas, democráticas y hasta progresistas, alejadas de un ambiente bélico o prebélico.

¿Qué viene tras ese “espectacular éxito militar”? Irán sigue rompiendo la defensa israelí con sus misiles, se siente con autorización moral para atacar a las bases yankis de la zona, o de donde pueda, otros países árabes empiezan a reaccionar y cualquier cosa puede suceder en las próximas horas o días. Y parece que ninguna buena.